12 de Julio. Día Internacional de la Esperanza. Proclama: Asamblea General de Naciones Unidas Desde cuando se celebra: 2025

El Día Internacional de la Esperanza se celebra cada 12 de julio, establecido por la ONU mediante la Resolución A/RES/79/270 del 4 de marzo de 2025. Esta fecha, propuesta por Kiribati con el apoyo de 161 países, busca promover la esperanza como una fuerza unificadora y transformadora frente a desafíos globales como conflictos, desigualdades y cambio climático. La elección del 12 de julio está vinculada a una fiesta nacional en Kiribati, simbolizando un nuevo amanecer. El día fomenta acciones como eventos educativos, campañas de concienciación, iniciativas comunitarias (como “Centros de Esperanza”), actividades artísticas, voluntariado y actos de reconciliación. La esperanza se presenta como una herramienta poderosa para la resiliencia, la inclusión y el desarrollo sostenible, alineada con los valores de la Carta de la ONU y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 16 (paz, justicia e instituciones sólidas). La resolución fue aprobada con 161 votos a favor, cuatro abstenciones (incluidos Turquía e India) y un voto en contra de Estados Unidos, que expresó preocupaciones sobre la proliferación de días internacionales y referencias a la diversidad. Por otro lado, existe el Día Mundial de la Esperanza, celebrado el 27 de marzo, impulsado por el Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro (IDGCE), el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y el Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, inspirado en la homilía Statio Orbis del Papa Francisco en 2020. Esta iniciativa invita a reflexionar sobre la esperanza como una virtud activa, promoviendo acciones colaborativas y mensajes en redes sociales con hashtags como #27Mesperanza. En 2025, incluye eventos como una transmisión especial de Infobae con figuras eclesiales y reflexiones sobre el mensaje de Francisco: “Nadie se salva solo. En esta barca, estamos todos.” Ambas celebraciones destacan la esperanza como un motor para un futuro más justo y solidario, aunque difieren en su origen y enfoque: una es un esfuerzo global de la ONU, y la otra tiene raíces eclesiales y latinoamericanas.