En 1864 el ministro del Interior del presidente Mitre, Guillermo Rawson, había autorizado el establecimiento de colonos galeses en el Chubut. Al año siguiente 153 personas desembarcaron de la Mimosa en un paraje que llamaron Puerto Madryn. Los recién llegados imaginaban una “Nueva Gales en Sudamérica”. Su aspiración era sencilla: ser dueños de una porción de tierra para trabajar y criar a sus familias. Mientras ondeaba la bandera del dragón rojo, vivieron en cuevas, hicieron chozas cerca de la playa, pero el viento las destrozó al poco tiempo. Pero su destino no estaba en las playas de Madryn sino en el río Chubut, que llamaron Camwy. Los hombres fueron a pie hasta la desembocadura del río. Las mujeres y niños, por mar. Sufrieron aislamiento, sequía y muchos años de frustraciones. Aquellos hombres de largas barbas y manos duras no perdieron la fe. Tampoco aquellas mujeres valientes, de numerosos hijos. Sabían de privaciones, creían en Dios y en el trabajo. Los indios les enseñaron a manejar el caballo, a usar la boleadora y el lazo . Fueron muchos años de amistad. Los nativos se jactaban de haber aprendido dos valiosas lecciones de “los galensos”: hacer pan y descansar el “día del Señor”. En 1873 tuvieron por fin una gran cosecha. La imagen que vemos fue tomada por el fotógrafoJohn Murray Thomas. Colección Juan Thomas.
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
sábado, 26 de julio de 2025
1895. Colonos galeses no identificados (aún).Imagen tomada en la entonces llamada Colonia 16 de Octubre, que ahora se llama Trevelin, Chubut.
En 1864 el ministro del Interior del presidente Mitre, Guillermo Rawson, había autorizado el establecimiento de colonos galeses en el Chubut. Al año siguiente 153 personas desembarcaron de la Mimosa en un paraje que llamaron Puerto Madryn. Los recién llegados imaginaban una “Nueva Gales en Sudamérica”. Su aspiración era sencilla: ser dueños de una porción de tierra para trabajar y criar a sus familias. Mientras ondeaba la bandera del dragón rojo, vivieron en cuevas, hicieron chozas cerca de la playa, pero el viento las destrozó al poco tiempo. Pero su destino no estaba en las playas de Madryn sino en el río Chubut, que llamaron Camwy. Los hombres fueron a pie hasta la desembocadura del río. Las mujeres y niños, por mar. Sufrieron aislamiento, sequía y muchos años de frustraciones. Aquellos hombres de largas barbas y manos duras no perdieron la fe. Tampoco aquellas mujeres valientes, de numerosos hijos. Sabían de privaciones, creían en Dios y en el trabajo. Los indios les enseñaron a manejar el caballo, a usar la boleadora y el lazo . Fueron muchos años de amistad. Los nativos se jactaban de haber aprendido dos valiosas lecciones de “los galensos”: hacer pan y descansar el “día del Señor”. En 1873 tuvieron por fin una gran cosecha. La imagen que vemos fue tomada por el fotógrafoJohn Murray Thomas. Colección Juan Thomas.
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