“Ramón Benítez, 1966: el Che detrás del espejo”

La historia del pasaporte falso del Che Guevara es uno de los episodios más enigmáticos y simbólicos de su última campaña revolucionaria. En 1966, Ernesto Guevara ingresó a Bolivia bajo una identidad completamente falsa, con documentos uruguayos a nombre de Ramón Benítez Fernández, un supuesto comerciante de Montevideo nacido en 1920. Para evitar ser reconocido, el Che se rapó el cabello, se afeitó la barba, usó gafas de pasta negra, traje y corbata, y adoptó una actitud discreta. Nada quedaba del ícono de la Revolución Cubana con boina y melena. Su aspecto era el de un burgués común, invisible para los servicios de inteligencia. El pasaporte fue sellado en el aeropuerto de Barajas (Madrid), desde donde partió hacia Bolivia tras pasar por Rusia y París. En La Paz, se alojó brevemente en el Hotel Copacabana, donde incluso se tomó una fotografía frente al espejo, con un habano en la boca y una cámara réflex entre las rodillas.  Su misión era organizar una guerrilla rural en la zona de Ñancahuazú, con la esperanza de irradiar la revolución por toda América Latina. Sin embargo, el contexto boliviano era adverso: los campesinos no se sumaron, el Partido Comunista local lo rechazó, y el gobierno de René Barrientos recibió apoyo militar directo de Estados Unidos. Tras meses de enfrentamientos, aislamiento y enfermedades, el Che fue capturado el 8 de octubre de 1967 en la quebrada del Yuro. Al día siguiente, fue ejecutado en La Higuera por una milicia boliviana entrenada por la CIA, en uno de los actos más polémicos de la Guerra Fría. Su cuerpo fue exhibido públicamente en Vallegrande y enterrado en secreto. Recién en 1997, sus restos fueron exhumados y trasladados a Cuba. #CheEncubierto #PasaporteFalso #Bolivia1966 #RamónBenítez #GuerrillaLatinoamericana #Ñancahuazú #MemoriaRevolucionaria #Mendozantigua