Mucho antes de cruzar los Andes, José de San Martín ya demostraba que su liderazgo iba más allá del campo de batalla. Durante su gestión como gobernador de Cuyo, entre 1814 y 1817, desplegó una visión de Estado moderna y pragmática, convencido de que la independencia debía sostenerse sobre bases sociales, culturales y económicas sólidas. En Mendoza, enfrentó una provincia golpeada por la pobreza, el desorden y la falta de infraestructura. Su respuesta fue integral: promovió hábitos saludables, reguló la vida urbana y fortaleció la administración local. Para combatir la vagancia, el juego y el delito, estableció normas que limitaban la permanencia de los peones en pulperías durante los días laborables, y ordenó su cierre obligatorio a las 22:00. Introdujo figuras de control barrial —los llamados decuriones— que actuaban como alcaldes de proximidad, encargados de mantener el orden y canalizar necesidades vecinales. En materia de salud pública, San Martín fue pionero. Ante la precariedad hospitalaria, fundó un nuevo hospital exclusivo para sus tropas, y promovió activamente la vacunación antivariólica, en una época donde la viruela diezmaba poblaciones enteras. Su preocupación por el bienestar colectivo se anticipaba a los modelos sanitarios modernos. La situación económica era crítica. Mendoza sufría escasez, inflación y desorganización fiscal. San Martín impulsó medidas audaces: logró que el gobierno central eliminara los impuestos a las exportaciones cuyanas, incentivando la producción regional. Al mismo tiempo, aumentó la recaudación local mediante contribuciones voluntarias y obligatorias, permitiendo el pago en cuotas para no asfixiar a los vecinos. Secuestró bienes de prófugos, confiscó herencias sin sucesión y redireccionó los diezmos eclesiásticos. En carta a Tomás Guido, confesó haber reducido a la mitad los sueldos estatales, incluyendo el suyo. Pero su legado más duradero fue la transformación agrícola. San Martín impulsó obras de irrigación que ampliaron la superficie cultivable en el oasis mendocino. Los nuevos terrenos fueron vendidos a bajo costo, lo que permitió el acceso a la tierra y generó un crecimiento sostenido de la producción. La agricultura cuyana comenzó a florecer, y con ella, la esperanza de una economía más estable. San Martín no fue solo un libertador: fue un administrador lúcido, un reformista silencioso y un constructor de futuro. Su paso por Mendoza dejó huellas profundas que aún resuenan en la historia provincial. #SanMartínGobernador #GestiónEnCuyo #OrdenYProgreso #SaludPúblicaHistórica #ReformaSocial #AgriculturaMendocina #VisiónDeEstado #HistoriaArgentina #DesarrolloRegional #SanMartínAdministrador #Mendoza1814 #LegadoCuyano #Mendozantigua
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
domingo, 17 de agosto de 2025
🏛️ San Martín Gobernador de Mendoza: orden, salud y desarrollo en tiempos de crisis
Mucho antes de cruzar los Andes, José de San Martín ya demostraba que su liderazgo iba más allá del campo de batalla. Durante su gestión como gobernador de Cuyo, entre 1814 y 1817, desplegó una visión de Estado moderna y pragmática, convencido de que la independencia debía sostenerse sobre bases sociales, culturales y económicas sólidas. En Mendoza, enfrentó una provincia golpeada por la pobreza, el desorden y la falta de infraestructura. Su respuesta fue integral: promovió hábitos saludables, reguló la vida urbana y fortaleció la administración local. Para combatir la vagancia, el juego y el delito, estableció normas que limitaban la permanencia de los peones en pulperías durante los días laborables, y ordenó su cierre obligatorio a las 22:00. Introdujo figuras de control barrial —los llamados decuriones— que actuaban como alcaldes de proximidad, encargados de mantener el orden y canalizar necesidades vecinales. En materia de salud pública, San Martín fue pionero. Ante la precariedad hospitalaria, fundó un nuevo hospital exclusivo para sus tropas, y promovió activamente la vacunación antivariólica, en una época donde la viruela diezmaba poblaciones enteras. Su preocupación por el bienestar colectivo se anticipaba a los modelos sanitarios modernos. La situación económica era crítica. Mendoza sufría escasez, inflación y desorganización fiscal. San Martín impulsó medidas audaces: logró que el gobierno central eliminara los impuestos a las exportaciones cuyanas, incentivando la producción regional. Al mismo tiempo, aumentó la recaudación local mediante contribuciones voluntarias y obligatorias, permitiendo el pago en cuotas para no asfixiar a los vecinos. Secuestró bienes de prófugos, confiscó herencias sin sucesión y redireccionó los diezmos eclesiásticos. En carta a Tomás Guido, confesó haber reducido a la mitad los sueldos estatales, incluyendo el suyo. Pero su legado más duradero fue la transformación agrícola. San Martín impulsó obras de irrigación que ampliaron la superficie cultivable en el oasis mendocino. Los nuevos terrenos fueron vendidos a bajo costo, lo que permitió el acceso a la tierra y generó un crecimiento sostenido de la producción. La agricultura cuyana comenzó a florecer, y con ella, la esperanza de una economía más estable. San Martín no fue solo un libertador: fue un administrador lúcido, un reformista silencioso y un constructor de futuro. Su paso por Mendoza dejó huellas profundas que aún resuenan en la historia provincial. #SanMartínGobernador #GestiónEnCuyo #OrdenYProgreso #SaludPúblicaHistórica #ReformaSocial #AgriculturaMendocina #VisiónDeEstado #HistoriaArgentina #DesarrolloRegional #SanMartínAdministrador #Mendoza1814 #LegadoCuyano #Mendozantigua
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