miércoles, 3 de septiembre de 2025

“Muero por la libertad de América”: Últimas horas del General Chileno José Miguel Carrera en Mendoza. 4 de septiembre de 1821.


En la mañana de su ejecución, el general chileno José Miguel Carrera, prisionero en Mendoza, escribió una desgarradora carta a su esposa Mercedes, despidiéndose con dolor por dejarla sola junto a sus cinco hijos en tierra extraña. A las 11, sería fusilado en la plaza principal. El sacerdote José Benito Lamas, quien lo asistió espiritualmente, relató los últimos momentos: Carrera fue interrumpido mientras escribía por el oficial Lorenzo Barcala, quien le retiró el papel por orden superior. A pesar de su indignación por lo que consideraba una injusticia de sus enemigos —O’Higgins, San Martín y Luzuriaga—, aceptó el consuelo religioso y se preparó para el suplicio. Vestido con poncho y escapulario, rechazó ayuda para bajar los escalones de la cárcel, diciendo: “Dirían que tengo miedo”. Ya en la plaza, presenció cómo uno de los jóvenes condenados se desmayaba, y comentó con ironía sobre el contraste entre la valentía en combate y el temor ante la muerte segura. Carrera pidió morir de pie, sin venda en los ojos, y que se apuntara al corazón, pero sus deseos fueron negados. Antes de sentarse en el banquillo, dobló su poncho y lo destinó como recuerdo a un familiar. En lugar de pedir perdón al pueblo, como le había sugerido el sacerdote, exclamó con fuerza: “¡Muero por la libertad de América!” Instantes antes del disparo, entregó su reloj y un mechón de cabello como recuerdo para su esposa. Al recibir la descarga, cayó sin vida. El médico Clemente Godoy, presente en el lugar, comentó: “Ha muerto como un filósofo”. Circuló luego el rumor de que su cuerpo fue mutilado y su cabeza expuesta, pero el propio Lamas desmintió tales versiones, asegurando no haber visto ni oído nada semejante. Los restos de Carrera fueron repatriados en 1828, durante la presidencia de Francisco Antonio Pinto. Cabe recordar que, en tiempos de guerra, la decapitación de enemigos vencidos era práctica común: el mismo Carrera había enviado la cabeza del coronel Luis Videla como obsequio al caudillo Estanislao López tras una victoria en San Luis.
 José Miguel Carrera fue condenado a muerte por conspirar contra las autoridades de Mendoza en el marco de las guerras de independencia. Su alianza con caudillos federales, la invasión a Córdoba y los levantamientos en Fraile Muerto lo enfrentaron al poder patriota liderado desde Cuyo. Tras negarse a pactar y continuar su acción militar, fue considerado una amenaza al orden político. El juicio concluyó con su fusilamiento el 4 de septiembre de 1821 en la plaza principal de Mendoza. #JoséMiguelCarrera, #Fusilamiento1821, #HistoriaDeMendoza, #IndependenciaSudamericana, #MemoriaHistórica, #PlazaPrincipal, #CarreraPorLaLibertad, #CuyoRebelde, #HéroesOlvidados, #4DeSeptiembre #Mendozantigua 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario