El 7 de octubre de 1889, la policía correntina abatió a Alberto Zárate, conocido como Gato Moro, un gaucho rebelde cuya vida inspiró el personaje de Martín Fierro creado por José Hernández. Como Fierro, Zárate fue arrancado de su familia por una leva forzosa, pero su historia tomó un rumbo aún más dramático. Tras negarse a colaborar con autoridades locales —posiblemente por razones personales o políticas— fue perseguido, encarcelado y acusado de revolucionario. Logró escapar nadando desde una barcaza rumbo a Buenos Aires y juró vengarse. Durante nueve años, se convirtió en leyenda: líder de una banda, ejecutor de jueces corruptos, y símbolo de resistencia rural. Lo llamaban “el azote correntino”. Finalmente, fue rodeado por una partida policial. Al recibir la orden de rendirse, respondió con una frase que quedó en la memoria popular: “Solo muerto me han de llevar. Un gaucho como yo no se rinde a la policía”. Murió combatiendo, con pistola y facón en mano. Su figura encarna el conflicto entre el gaucho libre y el aparato estatal, entre la justicia popular y la institucional. Gato Moro no fue solo un bandido: fue mito, protesta y carne viva del Martín Fierro. — #GatoMoro, #MartínFierroVivo, #RebeldeCorrentino, #ArchivoFederal, #7Octubre1889 #Mendozantigua. Muere en la Provincia de Corrientes. Sus restos, descansan en la Estancia Santa Tecla, ubicada en la provincia de Corrientes, Argentina.
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