Su sede estuvo en Santiago del Estero 126, Buenos Aires, y sus fondos se destinaron a obras públicas, beneficencia y cultura. El primer administrador fue Santiago Wilde, y el secretario, Ignacio Núñez. Aunque el juego de lotería ya existía en Buenos Aires desde 1816, organizado por la Hermandad de Caridad, su origen oficial se remonta a la Real Lotería de Nueva España (1769), instaurada por Carlos III. Los billetes, llamados cédulas, costaban desde 10 centavos y contenían una “seña” y una “contraseña” escrita por el lotero, como “San Antonio dame suerte” o “Alma de mi abuela”. Los sorteos se realizaban en la Plaza de la Victoria, con el andaluz Clavijo como anunciador. Su voz se convirtió en leyenda: ¡Clavijo! gritaba el público entre la esperanza y el desconsuelo. Los premios iban de $100 a $300, y algunos esclavos lograron comprar su libertad con el dinero ganado. La Lotería Nacional fue disuelta en 2018, pero su historia revela cómo el azar se convirtió en herramienta de inclusión, solidaridad y transformación social. #Lotería1826 #Clavijo #CédulasConSuerte #ArchivoPopular #SuerteYCaridad #Mendozantigua
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
viernes, 10 de octubre de 2025
El 10 de octubre de 1826, bajo el gobierno de Bernardino Rivadavia, se creó la Lotería Nacional como recurso permanente del Estado, con fines de asistencia social.
Su sede estuvo en Santiago del Estero 126, Buenos Aires, y sus fondos se destinaron a obras públicas, beneficencia y cultura. El primer administrador fue Santiago Wilde, y el secretario, Ignacio Núñez. Aunque el juego de lotería ya existía en Buenos Aires desde 1816, organizado por la Hermandad de Caridad, su origen oficial se remonta a la Real Lotería de Nueva España (1769), instaurada por Carlos III. Los billetes, llamados cédulas, costaban desde 10 centavos y contenían una “seña” y una “contraseña” escrita por el lotero, como “San Antonio dame suerte” o “Alma de mi abuela”. Los sorteos se realizaban en la Plaza de la Victoria, con el andaluz Clavijo como anunciador. Su voz se convirtió en leyenda: ¡Clavijo! gritaba el público entre la esperanza y el desconsuelo. Los premios iban de $100 a $300, y algunos esclavos lograron comprar su libertad con el dinero ganado. La Lotería Nacional fue disuelta en 2018, pero su historia revela cómo el azar se convirtió en herramienta de inclusión, solidaridad y transformación social. #Lotería1826 #Clavijo #CédulasConSuerte #ArchivoPopular #SuerteYCaridad #Mendozantigua

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