domingo, 12 de octubre de 2025

🏦 Plazo fijo en tiempos de vértigo económico. 💰 En mayo de 1984, el Banco Crédito de Cuyo lanzaba una campaña audaz en Mendoza: depósitos ajustables con tasas que hoy parecen irreales, reflejo de una Argentina en plena tormenta inflacionaria.


La imagen muestra un anuncio del Banco Crédito de Cuyo, fechado en mayo de 1984, promoviendo depósitos ajustables con tasas que alcanzaban cifras extraordinarias: T.E.A. (Tasa Efectiva Anual) a 30 días: 342,34%. T.N.A. (Tasa Nominal Anual) a 180 días: 450%. Ajuste anual por IPC: 439,95% Estas cifras no son exageraciones: en 1984, Argentina vivía una inflación interanual superior al 600%, según datos del Banco Central. Los bancos ofrecían tasas altísimas para evitar que los ahorros perdieran valor frente a la inflación. El plazo fijo se convertía en una herramienta de supervivencia financiera. El Banco Crédito de Cuyo, con sede en Mendoza, fue una entidad regional con fuerte presencia en Cuyo y San Juan. Su estrategia de comunicación apelaba a la urgencia: “Para ganar, haga suyo el Banco Crédito de Cuyo”, una frase que buscaba fidelizar al ahorrista en medio de la incertidumbre. La imagen también menciona que la entidad estaba adherida al sistema de garantía de depósitos (Ley 21.532), una forma de transmitir seguridad en un contexto de desconfianza bancaria. Argentina atravesaba una transición democrática con Raúl Alfonsín en la presidencia, pero heredaba una economía desbordada por la deuda externa, el déficit fiscal y la hiperinflación incipiente. El sistema financiero intentaba adaptarse con instrumentos como los depósitos indexados por inflación, que ofrecían ajustes por el Índice de Precios al Consumidor (IPC). #PlazoFijo1984 #InflaciónHistórica #BancoDeCuyo #MendozaFinanciera #AhorroEnCrisis #Mendozantigua 

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