lunes, 1 de diciembre de 2025

El 2 de diciembre de 1913, Buenos Aires inauguró el primer subterráneo de América Latina, marcando un hito en la historia del transporte urbano.


La línea inicial, construida por la Compañía de Tranvías Anglo Argentina, conectaba Plaza de Mayo con Plaza Once, y respondía a la urgente necesidad de descongestionar el tránsito porteño, hasta entonces dominado por tranvías saturados. Las obras comenzaron en 1911, con excavaciones simultáneas en Plaza de Mayo, Congreso y Plaza Once, utilizando enormes dragas mecánicas que removían toneladas de tierra. Los túneles fueron revestidos e iluminados, y se instalaron vías para recibir los vagones belgas, cada uno de 30 toneladas, con capacidad para 80 pasajeros. El sistema incorporó una innovación técnica: unidades múltiples, es decir, cada coche tenía su propio motor, lo que mejoraba el frenado y la aceleración. Las estaciones estaban separadas por 400 metros, y los trenes alcanzaban una velocidad de 45 km/h, algo que en su momento asombró a los porteños. La línea fue la duodécima del mundo y transformó la fisonomía de la ciudad. En 1930, se sumó la línea que conectaba Chacarita con Leandro N. Alem, y desde entonces, el subte se consolidó como el medio de transporte más rápido, seguro y eficiente de la capital. Hoy, el subte porteño es parte esencial de la vida urbana, con seis líneas activas y más de 60 estaciones, y su historia está documentada por instituciones como el Museo del Subte y el Archivo General de la Nación. #Subte1913 #BuenosAiresSubterránea #HistoriaDelTransporte #PlazaMayo #PlazaOnce #Tranvías #InfraestructuraUrbana #SubtePorteño #PatrimonioIndustrial #TransportePúblico #mendozantigua 

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