martes, 23 de diciembre de 2025

📌 El Trasandino enfrentó la nieve con ingeniería — una postal de acero en Los Andes. Chile


A comienzos del siglo XX, en plena cordillera de Los Andes, el Ferrocarril Trasandino desplegó una de sus herramientas más emblemáticas: el barrenieve rotativo, una máquina diseñada para abrir paso entre los hielos y ventiscas que bloqueaban las vías durante el invierno. En la entrada de la maestranza de Los Andes, esta poderosa estructura metálica fue fotografiada en acción, rodeada por operarios que se encargaban de su mantenimiento y operación. El barrenieve, con su frente circular giratorio, funcionaba como una turbina cortadora, lanzando la nieve a los costados para despejar el trazado ferroviario. Este tipo de maquinaria fue esencial para mantener operativo el Ferrocarril Trasandino Los Andes–Mendoza, inaugurado en 1910 como parte de los festejos del centenario de la independencia. Con una altitud máxima de 3.176 metros, el trayecto enfrentaba condiciones extremas, por lo que el uso de barrenieves rotativos se volvió indispensable para garantizar la conectividad entre Argentina y Chile. La imagen capturada en la maestranza no solo documentó una solución técnica, sino también el esfuerzo humano detrás de cada viaje. Los trabajadores, vestidos con ropa de época, enfrentaban jornadas extenuantes en medio del frío, asegurando que el tren pudiera cruzar la cordillera incluso en los meses más hostiles. El Ferrocarril Trasandino dejó de operar internacionalmente en 1979, pero su legado permanece vivo en archivos, estaciones convertidas en museos y fotografías como esta, que evocan una época donde la voluntad de conectar dos países vencía incluso a la nieve. #TrasandinoEnNieve #MaestranzaLosAndes #IngenieríaAndina #BarrenieveHistórico #CordilleraConectada #RielesConMemoria #mendozantigua 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario