martes, 23 de diciembre de 2025

🕺 Fiebre de Sábado por la Noche: La Historia Oculta del Film que Capturó el Espíritu Disco 💿

 


A mediados de los años setenta, mientras Estados Unidos lidiaba con el legado de la guerra de Vietnam y el rock sinfónico dominaba la escena, la música disco emergió de la fusión del rhythm and blues, el soul y el funk afroamericanos. Este nuevo género se convirtió rápidamente en un himno de libertad y desinhibición para las minorías en las costas este y oeste. El catalizador para la película llegó en 1976, cuando la revista New York publicó el reportaje "Tribal Rites of the New Saturday Night" de Nik Cohn. Este artículo, que veinte años después Cohn admitió era en gran parte ficticio—incluyendo al personaje central, Vincent—, detallaba los rituales de la nueva juventud neoyorquina y su fervor por el baile. El astuto productor australiano Robert Stigwood (conocido por Hair y Jesus Christ Superstar) adquirió los derechos y encargó el guion, inicialmente a Cohn y luego al nominado al Oscar Norman Wexler. Stigwood se aseguró una banda sonora de antología, sumando éxitos de Tavares, Kool & the Gang, y KC and the Sunshine Band. Notablemente, Boz Scaggs se negó a ceder su canción "Lowdown", perdiendo $5 millones en regalías. La dirección recayó finalmente en John Badham, tras el breve paso de John Avildsen (Rocky), a quien despidieron por intentar "endulzar" el tono oscuro y sombrío que Wexler había plasmado. El papel principal de Tony Manero fue entregado directamente a John Travolta, quien venía de la sitcom Welcome Back Kotter. Para encarnar al personaje, Travolta adelgazó 10 kilogramos y pasó meses infiltrándose junto a Wexler en la discoteca 2001 Odyssey de Brooklyn, donde estudió los comportamientos machistas y misóginos de los "reyes" de la pista. El título final, Saturday Night Fever, fue una fusión forzada por Badham y Stigwood para capitalizar el éxito de la banda sonora. El icónico póster se originó en una pose improvisada y exhausta de Travolta al final de una jornada de rodaje.  El famoso piso iluminado de la discoteca no era original; Badham lo hizo instalar junto con luces navideñas y papel metalizado para el rodaje. El humo de las escenas se produjo quemando alquitrán y neumáticos por falta de una máquina de hielo seco, ¡intoxicando a la producción!  Gran parte de las escenas de baile ya habían sido filmadas con música de Stevie Wonder. Stigwood impuso los temas de Bee Gees (quienes enviaron Stayin' Alive, Night Fever y How Deep Is Your Love sin siquiera leer el guion). El editor David Rawlins tuvo que reelaborar las coreografías mediante un montaje de primeros planos, ya que los tiempos no coincidían. La reacción de horror de la actriz Donna Pescow (Annette) en la escena del puente Verrazano fue genuina, ya que Badham le ocultó la plataforma de seguridad. La escena de la cena familiar incluyó gritos y golpes no guionados que Badham mantuvo para reflejar el caos familiar. A pesar de ser destrozada por la crítica tras su estreno en 1977, la película recaudó $237 millones con un presupuesto de $2 millones y su banda sonora se convirtió en el álbum más vendido de la historia hasta el lanzamiento de Thriller de Michael Jackson en 1983. Saturday Night Fever se consolidó como una radiografía cultural irrepetible. Significó un pináculo profesional para todos los involucrados, ya que la música disco se desvaneció, Travolta no recibiría otra nominación al Oscar por casi dos décadas, y el resto del equipo principal (Stigwood, Wexler, Badham) no volvió a tener un éxito de tal magnitud. Fue un fenómeno ocurrido en el momento justo. #SaturdayNightFever #FiebreDisco #JohnTravolta #BeeGees #Culto70s #HistoriaDeCine #mendozantigua 

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