El establecimiento La Colina de Oro, fundado por Giol y Gargantini en Mendoza, fue uno de los complejos vitivinícolas más imponentes de América Latina durante el siglo XX. Su origen se remontó a fines del siglo XIX, cuando Juan Giol y Bautista Gargantini, inmigrantes suizo-italianos, unieron fuerzas para transformar la producción de vino en la región. Desde sus primeras instalaciones en Maipú, expandieron sus operaciones con visión industrial, incorporando tecnología avanzada, tanques de gran capacidad y una red ferroviaria propia que conectaba el establecimiento con el resto del país. La Colina de Oro se convirtió en símbolo de modernidad, con una arquitectura funcional y una escala inédita para la época. Durante décadas, Giol y Gargantini lideraron la exportación de vinos mendocinos, posicionando a Mendoza como capital vitivinícola. En su apogeo, la bodega llegó a producir más de 50 millones de litros anuales, abasteciendo mercados nacionales e internacionales. Sin embargo, el modelo empresarial enfrentó dificultades: conflictos internos, cambios políticos y la estatización de la empresa en 1977 marcaron el inicio de su declive. La ex Bodega Giol fue finalmente cerrada en los años 90, y sus instalaciones quedaron en desuso, aunque parte del predio fue recuperado como Museo Nacional del Vino y la Vendimia, preservando su legado. #LaColinaDeOro #GiolYGargantini #MendozaVitivinicultura #HistoriaDelVino #PatrimonioIndustrial #MuseoDelVino #mendozantigua
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
domingo, 28 de diciembre de 2025
📌 La Colina de Oro: el gigante vitivinícola que marcó una era en Mendoza
El establecimiento La Colina de Oro, fundado por Giol y Gargantini en Mendoza, fue uno de los complejos vitivinícolas más imponentes de América Latina durante el siglo XX. Su origen se remontó a fines del siglo XIX, cuando Juan Giol y Bautista Gargantini, inmigrantes suizo-italianos, unieron fuerzas para transformar la producción de vino en la región. Desde sus primeras instalaciones en Maipú, expandieron sus operaciones con visión industrial, incorporando tecnología avanzada, tanques de gran capacidad y una red ferroviaria propia que conectaba el establecimiento con el resto del país. La Colina de Oro se convirtió en símbolo de modernidad, con una arquitectura funcional y una escala inédita para la época. Durante décadas, Giol y Gargantini lideraron la exportación de vinos mendocinos, posicionando a Mendoza como capital vitivinícola. En su apogeo, la bodega llegó a producir más de 50 millones de litros anuales, abasteciendo mercados nacionales e internacionales. Sin embargo, el modelo empresarial enfrentó dificultades: conflictos internos, cambios políticos y la estatización de la empresa en 1977 marcaron el inicio de su declive. La ex Bodega Giol fue finalmente cerrada en los años 90, y sus instalaciones quedaron en desuso, aunque parte del predio fue recuperado como Museo Nacional del Vino y la Vendimia, preservando su legado. #LaColinaDeOro #GiolYGargantini #MendozaVitivinicultura #HistoriaDelVino #PatrimonioIndustrial #MuseoDelVino #mendozantigua
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