martes, 16 de diciembre de 2025

Mendoza en 1815: oasis cuyano y cuna del espíritu sanmartiniano. (Imagen Ilustrativa)


En 1815, la ciudad de Mendoza fue descrita por viajeros como un oasis fértil en medio de la aridez pampeana. Sus huertas producían uvas, melones, membrillos, duraznos, peras y hortalizas, gracias al riego de los ríos Mendoza y Tunuyán, aunque más allá predominaba la sequedad de los territorios pehuenches. Las construcciones eran sencillas: casas de adobe blanqueado con cal, techos de cañas y barro, y tapias pardas que rodeaban jardines. Las calles, bordeadas por acequias, ofrecían un aspecto modesto pero más limpio que otras poblaciones. Los viajeros preferían alojarse en casas particulares antes que en las fondas, y las familias mendocinas, de trato afable, solían recibir huéspedes recomendados desde Buenos Aires o Santiago de Chile. La sociedad mendocina se organizaba en un esquema patriarcal, con escasa diferencia entre clases. Existían comerciantes ricos ligados al tráfico de mulas y productos de la viña, familias de linaje sin fortuna y pequeños propietarios que prosperaban con su trabajo. Nadie parecía indigente. El paseo obligado era la Alameda, embellecida en 1814 por el gobernador José de San Martín con álamos introducidos por Juan Cobo, flores, bancos de barro y un templete griego. Al atardecer, damas y caballeros se reunían allí para conversar o disfrutar helados, siendo habitual la presencia de la esposa de San Martín junto a la señora de Luzuriaga. En lo cultural, Mendoza contaba con tres escuelas primarias que reunían unos 600 niños. La ausencia de estudios secundarios preocupó a San Martín, quien impulsó la construcción del Colegio de la Santísima Trinidad, inaugurado en 1817 con apoyo de Joaquín de Sosa y Lima y Manuel Teles Meneses. Este colegio se convirtió en un referente educativo, preparando jóvenes para ingresar a universidades y consolidando el espíritu ilustrado en Cuyo. A pesar del clima bélico, los mendocinos mostraron un alto espíritu público, aceptando impuestos y contribuyendo a la causa patriota sin perder su buen humor. Los bailes y tertulias continuaron con la misma vitalidad que en tiempos de paz, reflejando la energía social de una provincia que se preparaba para ser protagonista en la guerra de independencia.  #Mendoza1815 #SanMartín #AlamedaHistórica #CuyoIndependiente #HistoriaArgentina #EspírituPatriota #17Diciembre #mendozantigua 

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