martes, 9 de enero de 2018

Efemérides. 9 de Enero de 1927. Nace Rodolfo Jorge Walsh


Rodolfo Jorge Walsh nacio en Lamarque, RioNegro el 9 de enero de 1927 y fue desaparecido por la última dictadura argentina en Buenos Aires, el 25 de marzo de 1977 ​ fue un periodista, escritor y traductor argentino. Integró las organizaciones guerrilleras FAP y Montoneros. Es reconocido por su lucha contra el gobierno democrático de María Estela Martínez de Perón y posteriormente a la dictadura militar y por ser un pionero en la escritura de novelas testimoniales como Operación Masacre - considerada como la primera novela de No-ficción - y ¿Quién mató a Rosendo?, aunque también sobresalió como escritor de ficción.

Opositor a la última dictadura cívico-militar que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983, como integrante y combatiente de la organización Montoneros y en medio de una masacre generalizada de sus militantes, no aceptó salir del país para ser protegido y eligió comenzar a escribir y difundir una serie de "Cartas Polémicas". La primera de ellas sería la famosa Carta abierta de un escritor a la Junta Militar. El 25 de marzo de 1977, al día siguiente del primer aniversario del golpe cívico militar, mientras echaba las primeras copias en algunos buzones de la Ciudad de Buenos Aires y se dirigía a una cita con un compañero de la Organización (el encuentro había sido revelado en una mesa de torturas de la ESMA), fue emboscado, atacado y acribillado a balazos por un grupo de tareas, el cual se llevó su cuerpo moribundo y lo secuestró ilegalmente, pasó así a integrar la lista de los desaparecidos.Desde 1951 hasta 1961, trabajó para las revistas Leoplán, Panorama, y Vea y Lea, además de continuar en la editorial Hachette, ya como traductor. Por esos años publicó las antologías Diez cuentos policiales argentinos (1953) y Antología del cuento extraño (1956). Tanto las ediciones de 1976 como la de 2014 reaparecieron en cuatro tomos.

En 1953, salió su primer libro, Variaciones en rojo, que contiene tres novelas cortas de género policial, al que Walsh era muy aficionado, con la que obtuvo el Primer Premio Municipal de Literatura de Buenos Aires. Está dedicado a Elina Tejerina, su primera mujer y madre de sus dos hijas, Victoria y Patricia. Años más tarde, Walsh renegaría de este libro.

En junio de 1956 se produjo un levantamiento militar contra el gobierno de facto que había derrocado a Juan Domingo Perón en septiembre de 1955. El levantamiento fue reprimido y durante la madrugada entre el 9 y el 10 de junio nueve civiles fueron detenidos y fusilados en un basural de José León Suárez sobre la ruta 4, al lado de un club alemán. Walsh presenció el levantamiento y los combates callejeros en La Plata, donde residía. Meses después, en un bar que frecuentaba, un hombre se le acercó y le dio la primicia que cambiaría su vida: «Hay un fusilado que vive».Walsh logró identificar al sobreviviente como Juan Carlos Livraga, al que entrevistó, y por quien pudo saber que había otros sobrevivientes. Los meses siguientes fueron de un febril trabajo de persecución y búsqueda, interrogando a conocidos, vecinos y sobrevivientes. Walsh alquiló una casa en el Delta de Tigre bajo el nombre falso de Francisco Freire, y en unos meses escribió la primera versión de lo que luego sería Operación Masacre. Al fin, del 15 de enero al 30 de marzo de 1957, consiguió la publicación en el pequeño diario nacionalista Revolución Nacional. Del 27 al 29 de junio, publicó nueve artículos más en la revista Mayoría de los hermanos Tulio y Bruno Jacovella, por cuya recomendación, Walsh se presentó en el Estudio Ramos Mejía donde funcionaba el semanario Azul y Blanco donde pidió hablar con el Dr. Marcelo Sánchez Sorondo, su director.

En diciembre de 1957 apareció la primera edición del libro, con el subtítulo «Un proceso que no ha sido clausurado», de Ediciones Sigla, sostenida por Jorge Ramos Mejía, propiedad de Sánchez Sorondo. En reediciones posteriores (1964, 1969, siete ediciones entre 1972 y 1974), Walsh fue rectificando datos, agregando y suprimiendo prólogos y epílogos, comentando el impacto del libro con el paso de los años, demostrando al mismo tiempo la evolución de su pensamiento, que fue virando cada vez más hacia la militancia política y alejándose de la escritura de ficción. En la actualidad, Operación masacre es considerada una pieza única de investigación periodística, precursora del Nuevo Periodismo y considerada por algunos la primera novela testimonial o novela de no-ficción, anticipándose por diez años a A sangre fría del estadounidense Truman Capote, considerada fundadora del género en el ámbito anglosajón.En 1959, viajó a Cuba, donde junto con sus colegas y compatriotas Jorge Masetti, Rogelio García Lupo (a quienes conoció durante su paso por la ALN) y el escritor colombiano Gabriel García Márquez fundó la agencia Prensa Latina. Durante su estancia en la isla interceptó por accidente y logró descifrar, con sólo un manual de criptografía, las comunicaciones secretas entre la CIA y agentes en Guatemala sobre los preparativos para la invasión de Playa Girón, operación que fracasó gracias a la labor de Walsh, quien también se infiltró en la base estadounidense disfrazado de sacerdote protestante por sugerencia de Massetti.De regreso a la Argentina trabajó en la revista Panorama y durante la dictadura de Onganía, fundó el semanario de la CGT de los Argentinos que dirigió entre 1968 y 1970, y que luego de la detención de Raimundo Ongaro y el allanamiento en 1969 a la CGTA se publicó en forma clandestina.

En esos años, publicó sus dos únicas obras de teatro (La granada y La batalla) y sus colecciones de cuentos más célebres: Los oficios terrestres (1965, que incluye el cuento «Esa mujer») y Un kilo de oro (1967). A partir de 1968, según escribió Walsh, sus ideas sobre literatura y compromiso político se modifican de modo sustancial, empezando a privilegiar al segundo por sobre la primera.Este acercamiento al activismo militante desembocó en 1973 en el ingreso de Walsh al movimiento Montoneros.

En 1969, publicó ¿Quién mató a Rosendo?, una investigación sobre el asesinato del dirigente sindical Rosendo García. Walsh concluyó que el responsable era Augusto Timoteo Vandor, secretario general de la CGT, y partidario de una política menos combativa y más concesiva con el gobierno militar. Poco después, se sorprendió al enterarse de su asesinato.En 1972, escribió durante un año en el Semanario Villero y a partir de 1973 en el diario Noticias junto a sus amigos Horacio Verbitsky, Paco Urondo, Juan Gelman y Miguel Bonasso, entre otros. Ese año participó en la adaptación al cine de Operación masacre, dirigida por Jorge Cedrón, con la participación de Julio Troxler, un sobreviviente del episodio, interpretándose a sí mismo. La película fue filmada en la clandestinidad y estrenada un año más tarde.

En 1973 publicó su tercera y última investigación en libro, el Caso Satanowsky, sobre el asesinato de un abogado por agentes de la SIDE por un conflicto de propiedad del diario La Razón. Aunque el caso y su investigación por parte de Walsh tuvieron lugar entre 1958 y 1959, Walsh no publicó las notas en forma de libro hasta ese momento.

Al mismo tiempo publicó el relato Un oscuro día de justicia con una entrevista hecha por Ricardo Piglia a modo de prólogo, en la que exponía su pensamiento y su idea de que la escritura no puede desligarse de la militancia política. Walsh no volvió a publicar ficción, dedicándose plenamente a la actividad periodística y la militancia en Montoneros, movimiento al que ingresó ese año.

En el año 1974 comenzaron las diferencias de Walsh con la dirigencia del movimiento, a partir del pase a la clandestinidad decidido por la misma. A finales de 1975 algunos oficiales, entre los que estaba Walsh, comenzaron a elaborar documentos afirmando que Montoneros debía «volver a integrarse al pueblo, separar a la organización en células de combate estancas e independientes, distribuir el dinero entre las mismas y tratar de organizar una resistencia masiva, basada más en la inserción popular que en operativos del tipo foquista».El 24 de marzo de 1976, las Fuerzas Armadas derrocaron a Estela Martínez, dio comienzo a lo que llamaron Proceso de Reorganización Nacional. La Junta Militar aplicó censuras sobre los medios de comunicación, intervino los sindicatos y emprendió una política de Terrorismo de Estado que implicó el secuestro, la tortura y la desaparición de miles de personas.

Ante la censura, Walsh creó ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina), y la Cadena Informativa un sistema de difusión de información de mano en mano. Walsh pasó sus últimos meses en una casa de San Vicente (Buenos Aires), dado que una de sus dos casas en el Delta (Liberación) había sido allanada por la Armada. A pesar de que no había vuelto a publicar ficción, Walsh continuó escribiendo relatos como Juan se iba por el río. Tanto este como otros escritos inéditos suyos fueron secuestrados por personal de las Fuerzas Armadas cuando allanaron esa vivienda el día de su asesinato, y no han podido ser recuperados.

El 24 de marzo de 1977, al cumplirse el primer aniversario del golpe militar, Walsh terminó su última obra ―acordada con la organización Montoneros―,la Carta abierta de un escritor a la Junta Militar, en la que denunciaba tanto los crímenes de secuestro y desaparición de personas como las consecuencias de las políticas económicas de orientación neoliberal aplicadas por José Alfredo Martínez de Hoz, que produjeron un aumento de la desocupación y la pobreza y destruyeron la industria nacional. Un día después, tras enviar por correo las primeras copias de la Carta abierta en la Plaza Constitución (según narra su última pareja, Lilia Ferreyra, en el documental P4R+Operación Walsh), Walsh fue emboscado y secuestrado. Las versiones afirman que el escritor había sido citado por un contacto en el cruce de las avenidas San Juan y Entre Ríos, en el barrio de San Cristóbal, cuando el Grupo de Tareas 3.3. de la Escuela de Mecánica de la Armada, comandado por Alfredo Astiz y Jorge Tigre Acosta, bajó de un auto y le dio la orden de entregarse, pero Walsh se resistió, sacó el arma que llevaba (una pistola calibre 22 corto) y comenzó a disparar. Logró herir a uno de los atacantes, pero fue acribillado por una ráfaga de FAL y herido de muerte. Aun herido, fue subido al auto y secuestrado. Existen versiones que indican que Walsh disparó para no ser atrapado vivo, ya que la pequeña arma que portaba no era suficiente para sostener un enfrentamiento armado. Testimonios de sobrevivientes señalaron haber visto el cuerpo sin vida de Walsh en la ESMA, pero no hay información exacta del paradero de sus restos, que al día de hoy permanecen desaparecidos.

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