El origen del conflicto por el control de Texas (En ese entonces territorio mexicano) es una disputa sin inocentes. Por el lado de México, el presidente Antonio López de Santa Anna había abandonado el tradicional modelo federalista impuesto por la constitución de 1824. Transformado en dictadura se volvió centralista, los estados más alejados vieron como su autodeterminación política y comercial se veía vulnerada. En ese marco los estados de Coahuila y Texas se sublevaron. EEUU por su parte se vio involucrado por motivos económicos, cuando no. El presidente Andrew Jackson era un declarado defensor de mantener legal la esclavitud, abolida en México desde 1810. Texas ofrecía una oportunidad de mano de obra barata, mejor dicho gratis. Intentó comprar el estado a México en 2 oportunidades, pero no lo consiguió. Cambió de táctica, fomentó la migración de colonos estadounidenses hacia el estado mexicano para que encabezaran una rebelión y anexar el territorio a los EEUU. Consumado el plan de Jackson, rebelión, toma de la ciudad de San Antonio de Béjar y declaración de independencia, el presidente mexicano movilizó al ejército. Unos 300 colonos texanos se atrincheraron en "El Álamo" donde fueron sitiados por el ejército mexicano el 23 de febrero. Luego de fuego de artillería y 2 intentos de toma de la fortaleza, el 6 de marzo los mexicanos vencieron la resistencia e ingresaron al Álamo. La orden de Santa Anna era sin prisioneros, los 300 texanos fueron masacrados. Pese a que los rebeldes eran extranjeros tomando ilegalmente un territorio ajeno, el hecho fue aprovechado por los EEUU que bajo el grito "Recuerden el Álamo!!!", emprendieron una feroz campaña para tomar Texas. Y lo lograron al vencer a las fuerzas mexicanas en la batalla de San Jacinto solo 2 meses después. Texas se declaró independiente y se anexó como estado a los EEUU. La esclavitud volvió a ser legal en la región hasta el final de la guerra de secesión.
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