El último día de la Primera Guerra Mundial fue el primero del proceso que generaría la segunda, los absurdos despojos y castigos impuestos a Alemania en el Tratado de Versalles fueron el germen de un nacionalismo exacerbado que llevado por la sed de venganza dio origen al Fascismo y su peor cara, el Nazismo. En el Pacífico el conflicto nunca mermó desde principios de siglo, un Imperio Japonés expansionista invadió las costas de Asia continental sometiendo a Corea y China a horrendos genocidios, solo Rusia estaba en condiciones de ofrecer una mínima resistencia. La decena de pactos existentes en Europa que permitían mantener sus fronteras estables eran débiles en comparación con la pretensión de Alemania de expandir sus fronteras hasta absorber zonas productivas y petroleras. Luego del Tratado de Versalles millones de germanos quedaron viviendo en otras naciones, el plan de Hitler era llevar hasta ellos la bandera nacional, no traerlos hacia Alemania, sino llevar Alemania hasta ellos. Este plan alemán ponía a Austria, Checoeslovaquia y Polonia en una situación de virtual objetivo bélico, luego del Anschluss (Anexión concensuada de Austria) se inició la invasión de Polonia. Para mantener a Alemania lejos de su territorio, la URSS también invadió Polonia desde el Este, ninguno de estos movimientos generó alguna reacción en los EEUU o Inglaterra, las vidas polacas no le interesaron al mundo. Mientras Alemania e Italia invadían media Europa y el norte de Africa, las potencias miraban con indiferencia, Inglaterra recién reaccionó cuando Alemania invadió Francia y cuando comenzó a ser bombardeada directamente, por su parte los EEUU recién reaccionaron con la invasión de Holanda y el ataque a Pearl Harbour. La guerra de 6 años a nivel global dejó mas de 80 millones de muertos, 2/3 de ellos civiles, ciudades devastadas, hambruna y un genocidio que aún hoy avergüenza al mundo.
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