Una infancia plagada de necesidades y una juventud marcada por la guerra hicieron que Jiro recién comenzara a vivir a los 20 años. Culminada la guerra y con su talento natural para la cocina heredada de su padre se lanzó con un pequeño puesto de Sushi en el primer subsuelo del flamante "Tsukamoto Sogyo Building" perteneciente al metro de Ginza, suburbio de Tokyo. Su objetivo fue no apartarse ni un milímetro de las tradiciones en la elaboración y la elección de la mejor materia prima, el no buscaba hacer el Sushi mas barato, buscaba hacer el mejor. El prestigio del "Sukiyabashi Jiro Ginza" fue creciendo junto con Tokyo, pese al renombre que tomaba el local nunca quiso abandonar ese lúgubre pasillo junto a consultorios y locales vacíos, manteniendo desde su inauguración las escasas 10 plazas en una larga barra. Su restaurante fue el primero en recibir tres estrellas de la guía Michelin para un local donde solo se despacha Sushi, este hecho se esparció en el mundo culinario haciendo que miles de chef del mundo quisieran conocerlo. Todos quedaban tan maravillados que ese sórdido local subterráneo se transformó en un destino obligado. Para acceder a alguna de las escasas plazas del restaurante se deben reservar con 6 meses de antelación y disponer de unos U$S 300.- para abonar la secuencia de Nigiris que Jiro prepara personalmente. En Abril de 2014 el primer ministro japonés Shinzo Abe recibió la visita del presidente de los EEUU Barack Obama, este le solicitó que lo llevara al mejor restaurante de Sushi de Tokyo, Shinzo se comunicó con Jiro, pero este se negó a cancelar algún turno para hacerles lugar, ante la insistencia de Shinzo, aceptó recibirlo en un sobreturno de media hora. A pedido de Jiro, de 88 años de edad, Obama llegó al Sukiyabashi Jiro Ginza con una mínima e indispensable comitiva, mientras Obama se deshacía en elogios hacia Jiro, este lo interrumpió y le dijo, "-ya pasó media hora, deben retirarse, tengo que cerrar".
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