El 5 de Noviembre de 1982, Brasil y Paraguay ponían en funcionamiento una monumental obra de ingeniería que hasta hoy es la mayor generadora de energía eléctrica del planeta, ese día se abría el vertedero de la represa de "Itaipú". (EH)

El 22 de Junio de 1966, los ministros de relaciones exteriores Juracy Magalhães del Brasil y Sapena Pastor del Paraguay firmaban el "Acta de Iguazú", un documento que los comprometía a estudiar el aprovechamiento de los recursos hídricos del río Paraná en la extensión que servía como límite entre ambas naciones entre los Saltos del Guairá hasta la desembocadura del Río Iguazú. En 1970 las empresas Industrial Electric Company (IECO) de los EEUU y ELC Electroconsult S.p.A. de Italia iniciaron los trabajos de estudio de factibilidad y geología cuyo informe final fue incluido en el "Acta de Iguazú" que a su vez creaba el Entidad Binacional Itaipú, encargada de la ejecución y explotación de la obra. En Enero de 1975 se comenzó con el desvío provisorio del cauce del Río Paraná, como esto tendría graves consecuencias en la Argentina se la mantenía constantemente informada sobre el avance de las obras que durarían 3 años. En 1978 con el cauce original del Paraná seco se iniciaron las obras de construcción de la represa, el rápido avance permitió que el embalse se comenzara a llenar antes del tiempo estipulado. El 27 de Octubre de 1982 el embalse estaba lleno, como aún se estaban instalando las 2 primeras turbinas, el 5 de Noviembre la obra se inauguraría con la apertura del vertedero lateral de compensación. En 1984 entrarían en funciones las 2 primeras de las 20 turbinas proyectadas, las 2 últimas estuvieron operativas en 2007. Si bien es la segunda represa en tamaño del mundo después de la represa China de las Tres gargantas, con su record de 103.098.366 MWh la convirtieron en la mayor generadora de electricidad del planeta. Las indemnizaciones que se pagaron a los productores brasileños por la expropiación de sus tierras generaron una monumental especulación inmobiliaria en el estado de Río Grande Do Sul, por ello casi la totalidad de los productores adquirieron tierras e invirtieron en Paraguay generando una corriente migratoria y un fenómeno social conocido como el de los "brasiguayos". Hoy en día cada país explota la generación de 10 turbinas, 9 en realidad ya que 2 de las 20 disponibles se reservan para mantenimiento.