viernes, 6 de noviembre de 2020

El 6 de Noviembre de 1985, se escribía una de las páginas mas tristes y trágicas de la historia de Colombia, cuando un comando del grupo guerrillero M19 tomó el palacio de justicia en lo que se llamó la "Operación Antonio Nariño".(EH)

La convulsionada situación política colombiana de la década del '80 estaba marcada por la presión de los EEUU para que se aprobara una ley de extradición que permitiera el juzgamiento de narcos por la justicia norteamericana. Los carteles de la droga y particularmente Pablo Escobar amenazaron de muerte a todo el tribunal superior colombiano, por ello se había reforzado la seguridad de los magistrados. La contratación de la empresa de seguridad privada Cobasec Ltda significó el retiro de la guardia nacional del palacio los primeros días de Noviembre de 1985. La mañana del día 6, siete guerrilleros del M19 ingresaron fácilmente al Palacio de Justicia donde los camaristas Patiño Roselli, Gaona Cruz, Medellín Forero y Medina Moyano presidían la audiencia donde se trataba el convenio de extradición. Los 7 guerrilleros de avanzada se comunicaron con Luis Otero, líder de la operación que se trasladó al palacio con otros 27 guerrilleros mas que ingresaron por el portón de acceso al subsuelo. A las 11:30 se inició la violenta toma del edificio, exigían la presencia del presidente Belisario Betancur para ser juzgado públicamente. Rápidamente el ejército con tanquetas Urutú y cuerpos de élite rodearon el edificio, desde la azotea y otros accesos secundarios ingresaron para recuperar el control del tribunal. El caos se apoderó del edificio, durante varias horas se desarrollaron enfrentamientos, tiroteos, fusilamientos y grandes incendios intencionales, recién en la mañana del día siguiente se retomó el control del tribunal. El propio presidente presionó a los operadores de TV para que no transmitieran en directo y solo emitieran informes grabados y editados por interventores gubernamentales, mientras decenas de personas morían en una batalla en un edificio público, los televidentes colombianos veían un partido de fútbol grabado. El saldo fue de 33 guerrilleros abatidos, 11 soldados y 43 civiles entre los que encontraban 12 magistrados y el presidente de la corte suprema de justicia. Un hecho macabro fue que las 11 personas que trabajaban en la cafetería fueron declarados "desaparecidos", tiempo después aparecieron videos que mostraban a personal del ejército llevándolos con vida a otra dependencia. En años posteriores se demostró que hubo una infundada sospecha de la participación de ellos en la toma y fueron detenidos, torturados, asesinados y enterrados en fosas comunes.


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