El local bailable estaba ubicado al 1900 de la Avenida del Libertador, en el barrio de Olivos,y había sido elegido por un grupo de egresados del colegio La Salle de Florida para su fiesta de fin de curso. Pese a que Kheyvis tenía una habilitación para 150 personas, esa noche había mas de 600 dentro de la discoteca. El local era en si una trampa mortal, si bien estaba habilitado, esto se había logrado fraguando los planos y el listado de materiales de su decoración interior, que en su mayoría eran altamente inflamables como su techo de paja y revestimientos de madera. Con el local abarrotado de jóvenes, en un sector del VIP, un par de asistentes quisieron hacer una broma que se salió de control, arrojaron una bebida alcohólica en un sillón y le acercaron un cigarrillo, el pequeño fuego inicial fue acompañado con aplausos y risas, pero duró poco. Para cuando quisieron apagar el fuego del sillón, las llamas alcanzaron el techo y en segundos el humo invadió todo el local. Para agregar otro factor a la tragedia, las salidas de emergencia hacia el frente y el patio trasero estaban trabadas, solo se podía salir por la entrada principal. El caos se apoderó del interior de la discoteca, empujones, caídas y desmayos hicieron que 17 jóvenes de entre 15 y 22 años perdieran la vida de manera horrenda. Dentro del desorden dentro y fuera del local hubo lugar para actos heroicos de chicos que luego de escapar de llamas volvieron a entrar para rescatar a sus compañeros atrapados entre las llamas. En un principio se identificó al posible autor del incendio, se trataba de Nicolás Zunino, también alumno del colegio, pero luego de permanecer detenido 45 días fue liberado por falta de pruebas concluyentes. Los dueños del local y la aseguradora Mapfre se defendieron diciendo que el local estaba habilitado y que el incendio había sido intencional, sin embargo la acusación detallaba que por las condiciones de la construcción, cualquiera hubiera sido el origen, la tragedia era inevitable. Pese a las claras violaciones de reglas de construcción y funcionamiento nadie fue llevado a juicio y la causa se cerró sin condenas en febrero de 2006. A partir de este hecho, la mayoría de los municipios del Gran Buenos Aires y la entonces Capital Federal endurecieron sus regulaciones para locales bailables, sin embargo la corrupción y desidia de los funcionarios encargados de hacerlas cumplir derivaron en una tragedia aún mayor, Cromañón que se cobró la vida de otros 200 jóvenes. Las víctimas de Kheyvis, Nicolás Blanc, Nicolás Roberto Bonomi , Mariano Bravo, Rolando Broda, Leandro Buganem, Jorge Luis Fajardo, Francisco Gaeta, Darío Pablo García, Erica Gori, Hernán Grosso, Cristian Enrique Gutiérrez, Javier Manteiga, Pablo Petralli, Sebastián Simonini, Fernando Tablada, Maximiliano Tejedor, Rodolfo Unold y todos sus familiares aún esperan justicia.
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