Según consta en el Nuevo Testamento, mas precisamente en el Evangelio según San Mateo, el rey de Judea, Galilea, Samaria e Idumea, Herodes I El Grande, estaba obsesionado con perpetuarse en el poder por lo que estaba dispuesto a cualquier cosa por mantenerlo. Según una profecía del Antiguo Testamento, "Cuando una nueva estrella aparezca en el firmamento de Israel, nacerá un nuevo rey que gobernará todas las naciones". Los Reyes Magos se trasladaron a Jerusalén en busca de un bebé recién nacido porque una nueva estrella había aparecido en el oriente, Herodes se entera que por ello y va a su encuentro. Fingiendo estar interesando les dice "Vayan, encuentren a ese niño, cuando lo hayan hecho vuelvan a informarme así yo también puedo adorarlo". Los reyes lo encuentran en Belén junto a María y José, les regalan oro, mirra e inciensos, esa misma noche mientras dormían tuvieron la visión de un Ángel que les advertía del peligro de informarle a Herodes. La mañana siguiente regresan a sus países sin pasar por Jerusalén, Herodes enfurecido ordena la matanza de todos los niños menores de 2 años. José al tanto de los planes de Herodes huye rumbo a Egipto salvando a Jesús de una muerte segura. Hay gran controversia sobre la veracidad de estos hechos y están basadas en tres inconsistencias, la primera es que este hecho solo esta relatado en evangelios apócrifos, la segunda es que se cree que Herodes habría muerto 3 años antes del nacimiento de Jesús. La tercera es que la iglesia fecha este hecho el 28 de diciembre sin embargo tiene que ser posterior a la visita de los Reyes Magos a Belén (6 de enero) aunque como este hecho tampoco está fechado en las sagradas escrituras, todos los argumentos a favor y en contra se ponen en duda. La conmemoración de la tragedia fue mutado con el paso de los siglos en una celebración.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario