Desde muy joven se mostró como un "solucionador", donde había un problema, él veía una oportunidad, se inició como mecánico aeronáutico para la Lutfwaffe, aunque su irrupción en el mundo fue en 1949 con un invento invalorable para la industria fotográfica, el flash sincronizado con el obturador, fue inmediatamente comprado por Agfa proporcionándole una abultada cantidad de dinero y un rápido prestigio. Inquieto y brillante, sus aportes no se detenían, abrazaderas para tubos, clavos para curar fracturas óseas y encendedores, están entre sus más de 1000 patentes superando por 7 al mismísimo Thomás Alva Edison. En 1958 presenta un objeto tan pequeño como revolucionario que hoy en día se encuentra en casi todos los hogares del mundo, el "Taco Fischer". Se trataba de un tubo de poliamida expansible al introducir en él un tornillo, cuadros, espejos, estantes y adornos colgados en una pared, dependen de un Taco Fischer. En su fábrica de Waldachtal-Tumlingen se llegaron a producir más de 14 millones de unidades al día, pero en el final de su vida recibió un golpe a su ego. A principio del naciente siglo XIX, la familia del industrial sueco Oswald Thorsmann presentaron una demanda contra Artur Fischer por la patente del "Taco de Poliamida", Oswald había patentado un elemento idéntico, un año antes, con el nombre de "Plug Thorsman". La demanda no era por dinero, su familia pretendía que se reconociera el aporte de Oswald Thorsman a la industria, pero el juez determinó que la posición industrial dominante de Fischer aplastó las posibilidades de desarrollo del verdadero inventor y fijó una suma millonaria como indemnización. Este arreglo judicial permitió que Fischer continuara con su exitoso negocio hasta su muerte, el 27 de Enero de 2016.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario