El 4 de diciembre de 1642, en París, concluyó la vida de Armand Jean du Plessis, más conocido como el Cardenal Richelieu. Nacido en 1585, este prelado, noble y estadista se convirtió en el principal ministro y colaborador indispensable del Rey Luis XIII, ejerciendo un poder total de facto en Francia durante 18 años (1624-1642). Sus políticas sentaron las bases del absolutismo monárquico y de la hegemonía francesa en Europa. Aunque inicialmente su pasión era la carrera militar, Richelieu se vio obligado a asumir el obispado de Luçon para mantener las rentas familiares. Su compromiso con la reforma católica y sus habilidades como orador lo llevaron a ser elegido diputado del clero en los Estados Generales de 1614. Este fue su trampolín hacia la corte de María de Médicis, la reina regente, donde ocupó varios puestos clave. Su gran momento llegó al actuar como un hábil pacificador en el conflicto entre María de Médicis y su hijo, el ya rey Luis XIII. Gracias a su éxito en conciliar a la familia real, obtuvo la confianza inquebrantable del monarca, quien lo nombró Cardenal de Francia y Presidente del Consejo Real. La política de Richelieu se rigió por el principio de la "Razón de Estado", priorizando los intereses de la Corona francesa por encima de cualquier otra consideración, incluyendo la moral o la religiosa. Sus objetivos fundamentales fueron: Imponer la Autoridad Real: Sometió a la nobleza rebelde y centralizó la administración, socavando cualquier poder que pudiera desafiar a Luis XIII. Debilitar a los Hugonotes: Aunque les garantizó la libertad de culto por el Edicto de Nantes, eliminó su autonomía política y militar. Tras el sitio de La Rochela (1628), los hugonotes perdieron sus plazas fuertes, neutralizando una fuente constante de conflicto interno. Mecenazgo Estratégico: Como director de la Sorbona y fundador de la Academia Francesa (1635), utilizó las artes y la cultura no solo para el desarrollo intelectual, sino como herramienta de propaganda para cimentar la imagen de la monarquía absoluta. En el ámbito exterior, el mayor enemigo de Richelieu fue la dinastía de los Habsburgo, que gobernaba España y el Sacro Imperio Romano Germánico. Pese a ser un cardenal católico, no dudó en intervenir en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) a partir de 1635. Con una jugada maestra de Realpolitik, Francia se alió con potencias protestantes, como los príncipes alemanes y Suecia, para debilitar a la católica España y al Imperio. También fomentó levantamientos en Cataluña y Portugal contra la Corona Española. Su política exterior fue implacable y, aunque muy costosa, consiguió dejar a Francia en una posición de poder dominante en el continente al momento de su muerte. Su sucesor y protegido, el Cardenal Mazarino, continuó su legado, pero la inestabilidad y los altos costos de la guerra probarían ser un gran desafío. #CardenalRichelieu #Absolutismo #HistoriaDeFrancia #RazonDeEstado #LuisXIII #mendozantigua
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
viernes, 4 de diciembre de 2020
El 4 de diciembre de 1642, en París, moría el cardenal, 👑 Richelieu: El Artífice del Absolutismo Francés
El 4 de diciembre de 1642, en París, concluyó la vida de Armand Jean du Plessis, más conocido como el Cardenal Richelieu. Nacido en 1585, este prelado, noble y estadista se convirtió en el principal ministro y colaborador indispensable del Rey Luis XIII, ejerciendo un poder total de facto en Francia durante 18 años (1624-1642). Sus políticas sentaron las bases del absolutismo monárquico y de la hegemonía francesa en Europa. Aunque inicialmente su pasión era la carrera militar, Richelieu se vio obligado a asumir el obispado de Luçon para mantener las rentas familiares. Su compromiso con la reforma católica y sus habilidades como orador lo llevaron a ser elegido diputado del clero en los Estados Generales de 1614. Este fue su trampolín hacia la corte de María de Médicis, la reina regente, donde ocupó varios puestos clave. Su gran momento llegó al actuar como un hábil pacificador en el conflicto entre María de Médicis y su hijo, el ya rey Luis XIII. Gracias a su éxito en conciliar a la familia real, obtuvo la confianza inquebrantable del monarca, quien lo nombró Cardenal de Francia y Presidente del Consejo Real. La política de Richelieu se rigió por el principio de la "Razón de Estado", priorizando los intereses de la Corona francesa por encima de cualquier otra consideración, incluyendo la moral o la religiosa. Sus objetivos fundamentales fueron: Imponer la Autoridad Real: Sometió a la nobleza rebelde y centralizó la administración, socavando cualquier poder que pudiera desafiar a Luis XIII. Debilitar a los Hugonotes: Aunque les garantizó la libertad de culto por el Edicto de Nantes, eliminó su autonomía política y militar. Tras el sitio de La Rochela (1628), los hugonotes perdieron sus plazas fuertes, neutralizando una fuente constante de conflicto interno. Mecenazgo Estratégico: Como director de la Sorbona y fundador de la Academia Francesa (1635), utilizó las artes y la cultura no solo para el desarrollo intelectual, sino como herramienta de propaganda para cimentar la imagen de la monarquía absoluta. En el ámbito exterior, el mayor enemigo de Richelieu fue la dinastía de los Habsburgo, que gobernaba España y el Sacro Imperio Romano Germánico. Pese a ser un cardenal católico, no dudó en intervenir en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) a partir de 1635. Con una jugada maestra de Realpolitik, Francia se alió con potencias protestantes, como los príncipes alemanes y Suecia, para debilitar a la católica España y al Imperio. También fomentó levantamientos en Cataluña y Portugal contra la Corona Española. Su política exterior fue implacable y, aunque muy costosa, consiguió dejar a Francia en una posición de poder dominante en el continente al momento de su muerte. Su sucesor y protegido, el Cardenal Mazarino, continuó su legado, pero la inestabilidad y los altos costos de la guerra probarían ser un gran desafío. #CardenalRichelieu #Absolutismo #HistoriaDeFrancia #RazonDeEstado #LuisXIII #mendozantigua

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