El 4 de diciembre de 1642, en París, moría el cardenal, noble y estadista francés Armand Jean du Plessis, mas conocido como Richelieu.(EH)

Nacido el 9 de septiembre de 1585, pese a provenir de una noble familia, la prematura muerte de su padre en las guerras religiosas francesas los dejó en ejercicio de sus títulos pero en una precaria situación económica. Armand inició su carrera militar por designio familiar y por propia pasión, pero su hermano mayor rechazó ser el obispo de Luçon, cargo que debía quedar en la familia, por ello a su pesar cambió de profesión y comenzó su carrera eclesiástica para que su familia no perdiera las rentas de la iglesia. Consagrado obispo se comprometió con las reformas propuestas por el Concilio de Trento y se opuso al cobro de impuestos a la iglesia francesa, esto le valió ser elegido diputado a los Estados Generales en representación del clero. María de Médicis, reina regente hasta la mayoría de edad de su hijo Luis XIII, sumo a Richelieu a su corte en distintas áreas, portavoz, secretario de Estado Exterior, secretario de guerra y protector de la futura esposa de su hijo, Ana de Austria. Cuando la relación entre María de Médicis y su hijo, ya rey, se comenzó a deteriorar, Richelieu ofició voluntariamente como conciliador, el éxito de su gestión le valió el reconocimiento de Luis XIII que lo nombró Cardenal de Francia, Ministro principal de la corte y presidente del Consejo Real. Codo a codo con el rey, Richelieu ejerció el poder real y total en Francia durante 18 años, para fortalecer el poder del rey, enfrentó a los posibles conspiradores u opositores a la corona, algunos políticamente y a otros por la fuerza. Sometió a los Hugotones y eliminó las garantías de los protestantes, cuando estos osaron tomar la fortaleza de La Rochela les quitó la autonomía política y solo les garantizó la libertad de culto, debilitados fueron cediendo terreno hasta someterse a su poder. Su rol de protector de las artes no estaba motivado por la pasión, sino por el poder de estas en modificar el espíritu de la sociedad, fundó la Academia Francesa y sometió a esta a la Universidad de París y la Sorbona para sus planes de propaganda de la realeza como poder absoluto. Creó decenas de sociedades comerciales para controlar la llegada y los precios de las mercaderías de su red de colonias que se encargó de desarrollar y defender militarmente. Su enfrentamiento irracional con los Habsburgo lo llevó a intervenir en la guerra de los 30 años asociándose con alemanes y nórdicos, socios impensados para Francia en esa época. También se enfrentó a España no sin antes fomentar rebeliones en Cataluña y Portugal. Su muerte el 4 de diciembre de 1642 dejó a Francia en uno de los mejores contextos europeos de su historia, aunque a su sucesor y protegido cardenal Mazarino le resultó imposible sostener.