El 8 de Diciembre de 1864, en Asine, Francia, nacía la inigualable escultora Camille Claudel.

Nacida con el nombre de Camille Anastasia Kendall Maria Nicola Claudel, creció en Champagne, donde desde muy joven realizaba figuras de sus conocidos en barro con increíble precisión. Cuando en 1876 su padre fue trasladado a Nogent-sur-Seine, inscribe a Camille en la Escuela Superior de Bellas Artes de París, donde asiste a las clases de Paul Dubois y Alfred Boucher, su educación artística se completó en París en la academia Colarussi. En 1883 Auguste Rodin la descubre e invita a posar para él, viendo su talento la invita a colaborar en la realización de las figuras de la monumental “Las Puertas del Infierno”. Camille fue su colaboradora y amante, a pesar de su cercanía, Rodin le dio vuelo propio permitiéndole que realizara obras en solitario, pese a crisis, enfrentamientos y discusiones, la relación entre ambos era sincera y mutuamente inspiradora. Rodin tenía una relación formal con Rose Beuret, y no estaba dispuesto a abandonarla, esta frustración de Camille le sirvió de inspiración para su obra mas maravillosa, "La edad madura", en ella se ve a Camille arrodillada ante Rodin que es arrancado de sus brazos por una mujer bruja. Alejada de Rodin, inicia una relación con Claude Debussy, en ese momento, su madre, su hermana y su hermano, le recriminan su vida privada alejando a todos sus afectos, a excepción de su padre que se mantiene firme en defensa de su hija. Camille empieza a tener desequilibrios emocionales que la llevan a confinarse en su taller, la muerte de su padre en 1913 la dejan a merced del odio familiar, que solo una semana después la internan en el sanatorio de Ville-Evrard y finalmente en el manicomio Montdevergues de Vaucluse, de donde pese a sus ruegos permanecerá encerrada sin permitirle visitas durante 30 años hasta su muerte el 19 de Octubre de 1943. Fue enterrada en una tumba sin nombre con la inscripción de su número de interna "N392/1943", cuando murió su hermano, se intentó recuperar el cuerpo, pero una ampliación del hospital, barrió con el precario cementerio y sus restos se perdieron para siempre.