'Confabulación anti peruana'

 Pequeñas Piezas de la Historia, por Gabriel Horacio Blasco Dantuono

Los juegos olímpicos de Berlín 1936, generaron miles de historias dignas de ser contadas. Una de ellas, pese a ser muy jugosa, no es muy conocida. Es la del bochornoso partido de futbol en que la selección de Perú enfrentó a la de Austria... y al COI... y a la FIFA... y a Hitler. Pero como igual ganó, decidieron dárselo por perdido en uno de los primeros antecedentes del futbol escritorio. La cita era los cuartos de final del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín. El estadio Hertha-BSC-Platz estaba hasta la pera de alemanes y austríacos, uno de ellos muy conocido, un tal Adolf Hitler. Arrancaron bien los arios, Walter Werginz y Klement Steinmetz, pusieron arriba en el marcador a Austria por 2 a 0. Pero en el segundo tiempo los peruanos le dieron una sandunga de antología y consiguieron el merecido empate. El alargue fue un trámite peruano, volvieron a sacer a bailar a los vieneses y conquistaron 5 goles. En realidad, solo les convalidaron 2, el árbitro miraba más el palco que el campo de juego. Como no quería que Hitler se enojara, anuló 3 dando escusas en noruego que los peruanos no entendieron, pero me imagino un '-ustedes están locos ¿quieren que nos maten? Aflojen un poquito'. El partido terminó 4 a 2 a favor de los peruanos, no por nada los llamaban 'El rodillo negro'. Pero los austríacos hicieron un berrinche aduciendo que simpatizantes peruanos invadieron el campo de juego y agredieron a sus jugadores. ¿Que? ¿Cuántos peruanos había en el estadio además de los jugadores? ¿Hay testigos de eso? Y no, pero los austríacos mostraron a dos jugadores con curitas y ellos no mienten. Hitler, el COI y la FIFA se alinearon a la protesta y citaron a los peruanos para que hagan un descargo, pero nunca llegaron a la cita. El COI anuló el partido y anunció que se volvería a jugar a puertas cerradas. Los peruanos lo consideraron un insulto y retiraron a toda la delegación de los juegos. El COI Peruano, declaró: '-no tenemos fe en el atletismo europeo. Hemos venido aquí y hemos encontrado un puñado de comerciantes'. Cuando la delegación llegó a Perú fueron recibidos como héroes. En Perú la cosa se puso fulera, apedrearon la embajada de Alemania y en el Callao se dejaron de cargar los barcos mercantes con bandera alemana. Cuando los ánimos se calmaron, Perú no estaba afuera de los Jugos Olímpicos, pero tenía una hermosa historia de dignidad para contar