lunes, 27 de diciembre de 2021

'Semana Trágica Catalana'

 Pequeñas Piezas de la Historia, por Gabriel Horacio Blasco Dantuono


Cuando por estas latitudes escuchamos 'Semana trágica' se nos vienen a la mente los bochornosos sucesos de 1919 en Buenos Aires. Pero no somos el ombligo del mundo, en la historia hubo muchas revueltas trágicas que duraron una semana, incluso antes y mas bravas. Pero todas tienen algo en común, como se gestaron. La formula es la misma aunque varíen los ingredientes. Las sociedades soportan frustraciones, injusticias, abusos pero lo aceptan sumisas hasta que un hecho puntual hace volar todo por los aires. La España de principios del siglo XX venía de perder la guerra con los EEUU. No era lo único que había perdido, también la colonias de Cuba, Puerto Rico, Islas Filipinas, Islas Marianas e Islas Carolinas. 'Ingrediente Nº1'. La iglesia se había encolumnado al gobierno conservador por lo que las masas obreras se sintieron traicionados. 'Ingrediente Nº2'. El pueblo español y el catalán en particular se sentían abandonados, estaban sumidos en la miseria, la desigualdad y el analfabetismo. 'Ingrediente Nº3'. La frutilla del postre la puso el propio gobierno de Antonio Maura por favorecer a unos amigos poderosos. Es que el conde de Romanones y la Casa Güell emparentada con el marqués de Comillas andaban con unos negocios ferroviarios en Marruecos. No solo era el único terreno que España ligó de África cuando Europa se la repartió, sino que sus habitantes se la estaban poniendo difícil. Al gobierno no se le ocurrió mejor idea que reclutar reservistas y tropas civiles para poner en vereda a los marroquíes. Ahora viene el 'Ingrediente Nº4', los hombres que podían pagar 1.500 pesetas zafaban del compromiso patriótico. Pero los que no, a tomar el fusil y a defender los intereses de España... mejor dicho los de un par de empresarios. Luego de un breve chiflido la olla a presión estalló. El pueblo Catalán hizo rápido la cuenta, los hijos de los ricos se quedaban y los hijos de los pobres a morir en el desierto por los intereses de los que pagaban por no ir, minga !!!!. La gente se dio cuenta que estaba sola y un mamífero acorralado no se defiende, ataca. Los sindicatos fueron los primeros en moverse, mejor dicho en quedarse quietos por una huelga. Al son del cántico "-¡Que vayan los ricos! ¡Todos o ninguno!" se quemaron iglesias, edificios públicos y algún palacete. La clásica secuencia de huelga, barricadas, incendios, represión y ejecuciones terminó con 78 muertos, 500 heridos y con el gobierno de Maura. Ah durante todo este cachengue, el Rey Alfonso XIII no movió el culo de Madrid


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