👑 Regina Pacini de Alvear: La Soprano Portuguesa que Cautivó Argentina y se Convirtió en la Gran Primera Dama y Mecenas

Regina Pacini de Alvear, una figura cuya vida, digna de ópera, entrelazó arte, amor y política, dejando una huella imborrable en la Argentina del siglo XX. Nacida en Lisboa, Portugal, el 6 de enero de 1871, Pacini fue una aclamada soprano lírica que se convirtió en una de las primeras damas más destacadas y queridas del país. Hija de artistas itinerantes, Regina Isabel Luisa Pacini mostró un talento precoz para el canto. Su voz "de oro" fue elogiada por la mismísima Adelina Patti, quien la vaticinó como su sucesora en el trono operístico universal. Pacini fue pionera en las grabaciones a principios del siglo XX, y sus registros históricos aún conservan la riqueza de su arte, incluyendo obras de compositores argentinos como Alberto Williams. En 1899, su vida dio un giro al conocer a Máximo Marcelo T. de Alvear, un acaudalado y codiciado soltero argentino que quedó deslumbrado por su talento en el Teatro Solís de Montevideo (o el Politeama de Buenos Aires, según algunas versiones). Durante ocho años, Alvear la cortejó incansablemente por los escenarios del mundo, presenciando cada función en Nueva York, Milán, París y San Petersburgo. El momento cumbre de este cortejo romántico ocurrió en el Teatro Real de San Carlos en Lisboa, su ciudad natal, cuando Marcelo compró todas las entradas para que Regina cantara solo para él. Conmovida, ella finalmente aceptó casarse. Se cuenta la anécdota de que, una vez que ella accedió, Marcelo ordenó comprar y retirar del mercado todos los discos de Regina para que solo él pudiera disfrutar de su voz. El matrimonio se celebró en Lisboa en 1907, evitando así el desprecio de la sociedad porteña que consideraba a una "cómica" indigna de un Alvear. Tras un período en París, donde Alvear se desempeñó como embajador durante la Primera Guerra Mundial, la pareja regresó a Argentina. En 1922, Marcelo T. de Alvear fue elegido presidente, y Regina Pacini asumió el rol de Primera Dama, transformándolo. Regina Pacini no solo acompañó a su esposo en todos los actos oficiales con gran elegancia, sino que se convirtió en una activa promotora cultural. Introdujo a Marcelo en los vibrantes círculos artísticos de Buenos Aires, apoyó a figuras de la talla de Emilio Pettoruti y Benito Quinquela Martín en sus primeras exposiciones europeas, y cautivó a personalidades internacionales. El mismísimo Príncipe de Gales, Alberto de Inglaterra (futuro Eduardo VIII), llegó a decirle al Presidente Alvear: "La Argentina es una república, pero sin duda su esposa es una reina". Su obra más trascendente y duradera fue la fundación de la Casa del Teatro en 1928. Inspirada en la Casa Verdi de Milán, esta institución filantrópica fue concebida como un refugio y hogar para artistas jubilados o aquellos que no habían tenido éxito en sus carreras. La Casa del Teatro, que aún hoy florece en Buenos Aires, es el reflejo del profundo amor de Pacini por las artes y de su empatía, quizás marcada por el recuerdo de su propio maestro de canto, quien murió de tristeza tras su abandono de los escenarios. Tras la muerte de Marcelo en 1942, Regina, con su fuerte carácter, insistió en que el velatorio se realizara en la Casa Rosada, a pesar de las reticencias políticas. Durante los 23 años que lo sobrevivió, mantuvo el ritual de visitar la tumba de su amado todos los lunes en el Cementerio de la Recoleta, donde "conversaba" con él, sentada en una silla blanca. Regina Pacini falleció el 18 de septiembre de 1965, a los 94 años, y fue sepultada junto a su esposo. Su nombre perdura en calles, teatros y en el pueblo de Villa Regina en Río Negro. Dejó un legado imperecedero: una mujer que, al abandonar su pasión por el canto, encontró un destino aún mayor en el amor y la filantropía, velando por el bienestar de los artistas a través de su obra magna: la Casa del Teatro. #ReginaPacini #MarceloTdeAlvear #PrimeraDamaArgentina #CasaDelTeatro #HistoriaArgentina #mendozantigua