domingo, 13 de marzo de 2022

'El solucionador John Houbolt'


Cuando la NASA estaba en pañales y apenas gateaba comparada con los pasos agigantados que daba la URSS, John Fritzgerald Kennedy se comprometió a poner un hombre en la luna en menos de 9 años. Tragate esa mandarina. Los ingenieros que estaban trabajando en opciones teóricas para llegar a la Luna recibieron un empujón para apurarse, mas bien se pareció a un puntapié en el tujes. El apuro no es bueno y menos para la ingeniería, todos creen tener la razón, nadie escucha al otro y una solución trae millones de problemas. Estaban los partidarios del 'Vuelo Directo', que requería un cohete que consumiría menos combustible que uno en etapas. Ese cohete debería cumplir todas las tareas, despegar, orbitar, alunizar, volver a despegar y reentrar en la atmósfera. Esto la haría muy complejo y poco práctico. En otro extremo había quienes pretendían hacer una decena de lanzamientos de pequeños cohetes que llevaran las partes de cohete para ensamblarlo en la órbita terrestre. A favor, casi la única, era que no se necesitaba ningún cohete monstruoso y minimizaba los riesgos de una gran catástrofe en el lanzamiento, pero, siempre hay un pero, o muchos en este caso. Se necesitaría mucha gente en el espacio y el cohete ensamblado seguía siendo complejo ya que debía acelerar rumbo a la Luna, orbitarla, alunizar, volver a despegar y reingresar a la atmósfera terrestre. Un tercer grupo, el mayoritario, era partidario del EOR (Earth Orbit Rendezvous), encuentro en órbita terrestre para los criollos. Dos lanzamientos grandes, uno con el cohete con el tanque de combustible y otro con la nave que llevara a los astronautas a la Luna. El acoplamiento en la órbita terrestre era solo uno y mas simple, el resto de la misión tenía los mismos problemas. Como era el método que le gustaba al padre del programa Apolo, el nazi devenido en estadounidense Werner Von Braun, fue el que se puso a prueba con las misiones Géminis. Pero había un cuarto grupo, en realidad no era un grupo, era solo un ingeniero que tenía una idea totalmente distinta a la anteriores, un tal John Cornelius Houbolt. Este desquiciado, así lo tildaron en la NASA, proponía el 'LOR' (Lunar Orbit Rendezvous). Era complejo en teoría pero solucionaba los principales problemas. Un solo cohete pero que llevaba dentro todas la etapas. El detalle principal es que la nave llevaba un módulo que solo se utilizaría para descender en la Luna. Este módulo no requería aerodinamia, ni grandes estructuras, ni grandes tanques de combustible y luego de regresar a los astronautas al módulo de servicio que orbita la Luna sería desechado. Su plan fue descartado por los riesgos de la maniobra en la Luna y la seguridad de su precario módulo de descenso. Houbolt estaba tan seguro de tener la única solución para llegar a la Luna que le envió una carta al director de la NASA explicando su plan y que esperaba el llamado luego de ver que los otros planes eran más riesgosos. Dos años después fue llamado '-Me podría explicar de nuevo su plan?'. Pequeñas Piezas de la Historia, por Gabriel Horacio Blasco Dantuono

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