Los hermanos Clark concibieron un ambicioso proyecto para unir Argentina y Chile por tren, buscando atraer el crucial tráfico de carga de Cuyo hacia Valparaíso. Argumentaron que la línea recta de ~260 km de Mendoza a Valparaíso era mucho más corta que los ~990 km a Buenos Aires. En agosto de 1872, los Clark presentaron sus propuestas ferroviarias: un tramo en Argentina desde Buenos Aires a Mendoza y a la frontera, y otro en Chile desde Los Andes hasta la frontera. Para impulsar la construcción, solicitaron concesiones, garantías y subvenciones a ambos gobiernos. Argentina acogió la idea favorablemente, otorgando a los Clark la concesión para construir un ferrocarril (trocha de 1,68 m) desde Buenos Aires hasta San Juan (pasando por Mendoza), con una extensión de ~1.200 km, y, una vez finalizado este, el tramo hacia Chile. Chile tardó dos años en aprobar las condiciones, y solo promulgó la ley de concesión en noviembre de 1874, aunque con términos modificados que desagradaron a los capitalistas europeos. A pesar de las dificultades financieras en Europa, estudios de ingeniería liderados por Mr. Warring Davies identificaron una ruta favorable a través del paso Navarro, aunque requería un costoso túnel de cumbre de 3.354 metros. No obstante, la crisis obligó a los Clark a aplazar el proyecto por una década. La construcción de la línea Buenos Aires-Mendoza finalizó en septiembre de 1886. El 1 de enero de 1887 comenzaron los trabajos del Trasandino desde Mendoza. En el lado chileno, ante la indecisión del Congreso, los Clark iniciaron la construcción desde Los Andes el 5 de abril de 1889 con capital propio, bajo la denominación "Trasandino Clark". La revolución de 1891 en Chile y la falta de financiamiento provocaron la paralización de las obras y la quiebra de la firma Clark. Se abandonó la ruta Navarro por su mayor longitud, optándose por un trazado más directo pero con pendientes más pronunciadas (hasta 8%), implementando el sistema de cremallera ABT. Finalmente, en julio de 1904 se reiniciaron las obras en el lado chileno bajo la Trasandine Construction Company, sin la participación de los Clark. La línea se inauguró el 5 de abril de 1910 después de 38 años de gestiones. Lamentablemente, Juan Clark falleció tres años antes (18 de junio de 1907) sin ver el proyecto concluido. El ferrocarril resultó en la ruina económica de sus visionarios, y su desempeño económico fue siempre deficitario. Un dato adicional es que el túnel de 19.823 metros que los Clark propusieron como ideal (similar al Simplón en Europa) finalmente se inauguró en 1906 para el tramo transandino, aunque su propuesta original era para un solo túnel de menor longitud. #FerrocarrilTrasandino #HermanosClark #HistoriaArgentina #HistoriaChilena #GranObra #mendozantigua
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
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miércoles, 17 de diciembre de 2025
🤯 El Ferrocarril Trasandino: La Épica Ruina de los Hermanos Clark (1872-1910)
Los hermanos Clark concibieron un ambicioso proyecto para unir Argentina y Chile por tren, buscando atraer el crucial tráfico de carga de Cuyo hacia Valparaíso. Argumentaron que la línea recta de ~260 km de Mendoza a Valparaíso era mucho más corta que los ~990 km a Buenos Aires. En agosto de 1872, los Clark presentaron sus propuestas ferroviarias: un tramo en Argentina desde Buenos Aires a Mendoza y a la frontera, y otro en Chile desde Los Andes hasta la frontera. Para impulsar la construcción, solicitaron concesiones, garantías y subvenciones a ambos gobiernos. Argentina acogió la idea favorablemente, otorgando a los Clark la concesión para construir un ferrocarril (trocha de 1,68 m) desde Buenos Aires hasta San Juan (pasando por Mendoza), con una extensión de ~1.200 km, y, una vez finalizado este, el tramo hacia Chile. Chile tardó dos años en aprobar las condiciones, y solo promulgó la ley de concesión en noviembre de 1874, aunque con términos modificados que desagradaron a los capitalistas europeos. A pesar de las dificultades financieras en Europa, estudios de ingeniería liderados por Mr. Warring Davies identificaron una ruta favorable a través del paso Navarro, aunque requería un costoso túnel de cumbre de 3.354 metros. No obstante, la crisis obligó a los Clark a aplazar el proyecto por una década. La construcción de la línea Buenos Aires-Mendoza finalizó en septiembre de 1886. El 1 de enero de 1887 comenzaron los trabajos del Trasandino desde Mendoza. En el lado chileno, ante la indecisión del Congreso, los Clark iniciaron la construcción desde Los Andes el 5 de abril de 1889 con capital propio, bajo la denominación "Trasandino Clark". La revolución de 1891 en Chile y la falta de financiamiento provocaron la paralización de las obras y la quiebra de la firma Clark. Se abandonó la ruta Navarro por su mayor longitud, optándose por un trazado más directo pero con pendientes más pronunciadas (hasta 8%), implementando el sistema de cremallera ABT. Finalmente, en julio de 1904 se reiniciaron las obras en el lado chileno bajo la Trasandine Construction Company, sin la participación de los Clark. La línea se inauguró el 5 de abril de 1910 después de 38 años de gestiones. Lamentablemente, Juan Clark falleció tres años antes (18 de junio de 1907) sin ver el proyecto concluido. El ferrocarril resultó en la ruina económica de sus visionarios, y su desempeño económico fue siempre deficitario. Un dato adicional es que el túnel de 19.823 metros que los Clark propusieron como ideal (similar al Simplón en Europa) finalmente se inauguró en 1906 para el tramo transandino, aunque su propuesta original era para un solo túnel de menor longitud. #FerrocarrilTrasandino #HermanosClark #HistoriaArgentina #HistoriaChilena #GranObra #mendozantigua
Azul, rojo y blanco: los colores que cruzaron fronteras y flamearon ideales
Los colores azul, rojo y blanco se difundieron por influencia de las banderas de Países Bajos, Francia y Rusia, y fueron adoptados por decenas de países como símbolo de libertad, republicanismo o identidad paneslava. A lo largo de la historia, el azul, el rojo y el blanco se convirtieron en los colores más repetidos en las banderas nacionales. Aunque la mayoría de los pabellones adoptaron forma rectangular, fue la combinación cromática la que marcó tendencia global. La primera bandera que incorporó estos tres colores fue la de las Provincias Unidas de los Países Bajos, que en 1660 adoptaron un diseño inspirado en la Bandera del Príncipe (1572), originalmente naranja, blanco y azul, durante su lucha por independizarse de la España de los Habsburgo. En 1794, Francia oficializó su famosa Tricolore, con franjas verticales azul, blanca y roja. Aunque se inspiró en la bandera holandesa, sus colores representaron símbolos parisinos: Azul por San Martín, Rojo por Saint Denis, Blanco por la Casa de Borbón. La Tricolore marcó un quiebre con los emblemas monárquicos y se convirtió en estandarte de los ideales republicanos. En 1821, Noruega adoptó su bandera con los mismos colores, diseñada por Fredrik Meltzer, como homenaje a Francia, Países Bajos y los valores democráticos emergentes. Durante el reinado de Pedro el Grande, Rusia reorganizó las franjas de la bandera holandesa para crear su propia insignia naval. Aunque se oficializó dos siglos más tarde, su influencia fue decisiva: los países eslavos de Europa central y oriental comenzaron a replicar esa paleta, dando origen a los llamados colores paneslavos. Entre los países que adoptaron esta inspiración se encuentran: Serbia, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, República Checa En América, Paraguay y Chile también incorporaron estos colores, cada uno con significados patrióticos propios. En Asia, Tailandia los adoptó en 1917 como símbolo de nación, religión y monarquía.
🌍 ¿Por qué se repitieron tanto?
Representaron libertad, igualdad y fraternidad en Europa. Simbolizaron unidad eslava en el este del continente. Fueron asociados a valores republicanos y resistencia antimonárquica. Su diseño simple y contrastante facilitó la identificación visual en conflictos y tratados. #ColoresQueUnen #BanderasDelMundo #AzulRojoBlanco #HistoriaDeLasBanderas #Paneslavismo #Tricolore #PedroElGrande #MendozaAntigua
martes, 16 de diciembre de 2025
Los Tonocotés: guardianes de la llanura santiagueña y su legado perdido. (Imagen Ilustrativa)
Los Tonocotés, también llamados tonokotés o zuritas, fueron un pueblo indígena sedentario que habitó las actuales provincias de Santiago del Estero y parte de Tucumán. Poseyeron una lengua propia, registrada por el jesuita Alonso de Bárzana en su obra Arte y vocabulario, aunque con el tiempo se perdió. Algunas comunidades vecinas, como los lules y otros grupos nómades, adoptaron fragmentos de este idioma. Durante los primeros años de la conquista española, los Tonocotés fueron entregados en encomienda, lo que aceleró la desaparición de su cultura independiente. Entre los siglos XVI y XVIII, se integraron a la vida colonial del interior del país. Gracias a los estudios de misioneros y posteriores investigaciones de antropólogos y arqueólogos, se conservaron valiosas descripciones de sus costumbres. Se caracterizaron por su baja estatura, rostro ancho y nariz mediana, rasgos similares a los pueblos brasílidos. Fueron agricultores, cultivando maíz, zapallo y porotos, y complementaron su dieta con la caza, pesca y recolección de algarrobo. Domesticaron el ñandú y el guanaco, aprovechando su carne, plumas, lana y cuero. Construyeron chozas circulares o rectangulares con techos de paja, agrupadas en poblados defendidos por empalizadas de madera. Los hombres vestían delantales de plumas de ñandú o tejidos adornados con chaquiras de hueso, mientras que las mujeres usaban túnicas de lana o fibras vegetales. Como guerreros, emplearon arcos largos con flechas envenenadas y la macana (garrote de madera dura). Su alfarería destacó por la belleza y técnica, especialmente las urnas funerarias decoradas en rojo y negro sobre fondo blanco. En lo espiritual, veneraron a la divinidad Cachanchic, a quien ofrecieron pájaros, frutas y bebidas de algarrobo o maíz, bajo la mediación de hechiceros. Practicaron una doble inhumación: primero enterraban a sus muertos hasta que se descarnaban y luego depositaban los restos en urnas de barro cerca de sus viviendas. Los españoles los llamaron inicialmente “juríes”, deformación del quichua xuri (ñandú), por sus vestimentas de plumas. En la actualidad, se estima que existen alrededor de 6.000 descendientes mestizos de los Tonocotés en comunidades rurales de Santiago del Estero. Su territorio limitaba con los lules al norte, sanavirones al sur, diaguitas al oeste y el río Salado al este. #Tonocotés #Zuritas #PueblosOriginarios #HistoriaArgentina #SantiagoDelEstero #MemoriaAncestral #CulturaIndígena #mendozantigua
Los Tolombón fueron una parcialidad del pueblo diaguita en el noroeste argentino.
Los conquistadores españoles los identificaron y nombraron así, reconociendo su pertenencia a una de las tribus más combativas de la región. Los Tolombón constituyeron una comunidad indígena perteneciente a la gran nación diaguita, asentada en los valles y quebradas del actual noroeste argentino, especialmente en la provincia de Tucumán y zonas aledañas. Los conquistadores españoles, al llegar en el siglo XVI, los denominaron de ese modo al encontrarlos organizados en aldeas fortificadas y con una marcada tradición guerrera. Este pueblo, como otros diaguitas, practicó una agricultura avanzada, cultivando maíz, papa, porotos y quinoa en terrazas escalonadas, y complementó su sustento con la cría de llamas y la producción de tejidos. Se destacó por su habilidad en la alfarería decorada con motivos geométricos y por su arquitectura en piedra, que incluía viviendas y espacios comunitarios. Los Tolombón, junto con los quilmes, pulares y otros grupos diaguitas, resistieron con fuerza la conquista española. Durante las llamadas Guerras Calchaquíes (siglos XVI y XVII), combatieron contra las tropas coloniales, defendiendo sus tierras y su modo de vida. Sin embargo, tras décadas de enfrentamientos, fueron finalmente derrotados y muchos fueron desplazados o trasladados forzosamente a otras regiones, como ocurrió con los quilmes llevados a Buenos Aires. A pesar de la represión colonial, su legado cultural perduró en la memoria regional. Hoy, comunidades diaguitas —incluyendo descendientes de los Tolombón— siguen reclamando reconocimiento y derechos territoriales en el valle de Choromoro (Tucumán). #Tolombón #Diaguitas #PueblosOriginarios #HistoriaArgentina #ResistenciaIndígena #MemoriaAncestral #17Diciembre
Los Sanavirones: guardianes de Mar Chiquita y vecinos de los Comechingones
Los Sanavirones fueron una parcialidad de los tonocotés que habitó la amplia llanura recorrida por los ríos Dulce y Salado, las sierras de Sumampa en Santiago del Estero y el norte de Córdoba, con su mayor concentración en la región de la laguna Mar Chiquita. En el siglo XV, cuando llegaron los españoles, este pueblo de carácter guerrero presionaba sobre los territorios de los comechingones, aunque finalmente convivió con ellos en un sincretismo cultural que derivó en una vida más sedentaria y agrícola. Durante el período colonial, los Sanavirones fueron de los que más rápidamente adoptaron la doctrina cristiana enseñada por los jesuitas. Sin embargo, el sistema de encomiendas y las epidemias los diezmaron hasta desaparecer como grupo organizado hacia el siglo XVII. Se distinguieron por su estatura mediana, tez oscura y vestimenta andina, con camisetas de lana, gorros y ponchos tejidos. Al inicio vivieron en cuevas semi-subterráneas, pero luego construyeron chozas colectivas de madera y paja, origen del rancho criollo, capaces de albergar familias, guerreros y caballos. Sus aldeas podían reunir hasta 40 viviendas, protegidas por cercos espinosos, una costumbre que aún persiste en sectores rurales del norte argentino. Su economía combinó la caza de guanacos, ciervos y liebres, la pesca, la recolección de algarrobo y chañar, y el cultivo de maíz, porotos y quinua con técnicas andinas escalonadas. Criaron llamas, ovejas y ñandúes, aprovechando su lana, carne y plumas. Fueron hábiles ceramistas, elaborando piezas grises o coloreadas pintadas con tintes vegetales. En lo espiritual, tuvieron escasos ritos, aunque veneraron una divinidad solar y practicaron magia y danzas rituales, como muestran las pinturas rupestres donde se representaron brujos preparando polvos psicotrópicos, probablemente derivados del cebil. Enterraron a sus muertos en posición acurrucada, envueltos en cuero, y a los niños en pequeñas cámaras sepulcrales. Los Sanavirones formaron parte del grupo pámpido, con influencias culturales amazónicas y andinas. En la actualidad, más de 2.800 personas se reconocen como descendientes de esta etnia en Santiago del Estero y Córdoba. Su lengua, distinta de la de los comechingones, se perdió casi por completo, aunque se conservaron algunas palabras aisladas. #Sanavirones #PueblosOriginarios #HistoriaArgentina #MarChiquita #MemoriaIndígena #17Diciembre #CulturaAncestral #mendozantigua
🏹 Los Pampas: El Pueblo Cazador que Forjó la Identidad de la Llanura Argentina
Los Pampas constituyeron las etnias originarias de la llanura argentina, habitaron la región antes de la colonización española y sufrieron un trágico declive a partir del siglo XVIII. Históricamente, fueron víctimas de la expansión de los mapuches (a quienes se refirieron como "araucanos") que cruzaron los Andes desde Chile en busca de mejores pastos y ganado, un proceso conocido como "araucanización" que virtualmente extinguió la pureza de la etnia pampa. La geografía del lugar determinó el nombre de este pueblo cazador-recolector, que se dividió en dos grandes grupos: los Taluhet (ubicados al noreste e incluyeron a los Querandíes) y los Diluhet (asentados en el sudoeste). Se destacaron por su gran agilidad y resistencia física, ya que cazaban venados, guanacos, ñandúes y liebres a pie, agotando a sus presas por cansancio. Utilizaron hábilmente las boleadoras y el arco y flecha con punta de pedernal guardada en un carcaj de cuero. En momentos de escasez, recolectaron algarrobas, raíces, semillas e incluso langostas. Los hombres usaron un taparrabo o un chiripá hasta las rodillas, mientras que las mujeres se cubrieron con una pampanilla de piel, dejando el busto descubierto. Tanto hombres como mujeres se abrigaron con quillangos, que eran mantos cosidos de pieles de guanaco, zorro o nutria. El poncho, una pieza rectangular con abertura central, también fue una prenda de abrigo común. Los hombres se distinguieron por el uso del tembetá o barbote, una varilla insertada en el labio inferior como símbolo de madurez. Se pintaron el cuerpo con diseños geométricos y, en ocasiones especiales como la guerra, tiñeron sus rostros de negro y rojo con lo que consideraron signos cabalísticos, creyendo que los hacían invulnerables. Practicaron la poligamia y sus matrimonios se concertaron mediante la compra de la mujer. Celebraron ceremonias con danzas al son de sonajas y tamboriles, presididas por el "vicario" de la deidad maléfica Elel. Su industria principal giró en torno al trabajo de la piedra, con la que tallaron puntas de flecha, morteros, bolas para boleadoras y raspadores para curtir las pieles. A través del contacto con otras culturas, probablemente por influencia incaica, adquirieron destreza en la alfarería, especializándose en jarras con asa, y decoraron sus piezas y mantos con intrincados trazos geométricos, a los que atribuyeron un poder mágico. Se resguardaron en paravientos y, más tarde, en toldos más elaborados llamados Kau, hechos con cueros de guanaco o vaca. En combate, el arma más temida fue la chuza, una lanza de caña tacuara de entre 2,40 y 3,60 metros de largo, con una moharra de hierro en la punta. Los guerreros a caballo cargaron en escuadrones compactos con la lanza en ristre, empleando alaridos ensordecedores. Manejaron la lanza con destreza, haciéndola girar o "voltear" para buscar una nueva carga. La caballería indígena usó rastrilladas (huellas dejadas por las chuzas arrastradas) para señalar sus movimientos. Demostraron ingenio táctico, usando vejigas infladas con piedras atadas a las colas de los caballos para espantar a la caballería enemiga, o quemando el campo para crear cortinas de humo. También emplearon el conocimiento del terreno, atrayendo a sus perseguidores a tembladerales o a campos con pastos venenosos como el mío-mío, para dejar a los enemigos sin monturas y luego exterminarlos. Además de la chuza, utilizaron arcos y flechas, la macana (garrote de madera dura), hachas de pedernal, hondas y la temible bola perdida y las boleadoras de dos o tres ramales, que usaron con gran maestría en combates personales. Como protección, se cubrieron con escudos y corazas hechos de varias capas de cuero crudo. #PueblosOriginarios #Pampas #HistoriaArgentina #GauchosPrimitivos #mendozantigua
Los Lules y Vilelas fueron pueblos originarios del noroeste argentino, cazadores y nómades, que resistieron la conquista española pero terminaron desplazados y casi extinguidos hacia mediados del siglo XVIII. (Imagen Ilustrativa)
Los Lules y los Vilelas constituyeron dos grupos indígenas nómades, culturalmente relacionados pero con lenguas distintas. Habitaron el noreste de la actual Argentina, en territorios conocidos como El Tucumán durante la conquista, abarcando el este de Santiago del Estero y el suroeste de Tucumán. Los españoles que acompañaban a Diego de Almagro en 1536 fueron los primeros en describirlos. Almagro los llamó “lules” por su gran altura y delgadez, que les recordaba a los avestruces. Su subsistencia se basaba en la caza del pecarí, la recolección de frutas silvestres, miel y raíces, y en la pesca ocasional. Usaban arcos y flechas envenenadas, macanas de madera dura, boleadoras y dardos. También elaboraban una bebida alcohólica con miel y algarrobo. Una característica singular fue la construcción de cisternas para almacenar agua de lluvia, algo poco común entre otros pueblos de la región. Resistieron con fuerza los primeros asentamientos españoles, pero finalmente se replegaron hacia zonas más remotas. A comienzos del siglo XVIII, los jesuitas intentaron incorporarlos a las reducciones misioneras, pero muchos huyeron. Hacia 1750, los Lule-Vilelas ya habían desaparecido como grupo organizado, quedando apenas algunos individuos dispersos en el Chaco. Los Lules se dividían en parcialidades como Esistiné, Toquistiné y Oristiné, mientras que los Vilelas tenían grupos como Chunupí, Pazaine y Atalala. Su lengua formó parte de la familia lule-vilela, hoy prácticamente extinta, aunque algunos descendientes aún viven en Chaco y Santiago del Estero. La memoria de estos pueblos se conserva en estudios antropológicos y en comunidades que reivindican su herencia cultural. #LulesVilelas #PueblosOriginarios #HistoriaArgentina #MemoriaIndígena #ResistenciaAncestral #17Diciembre #lules #vilelas #mendozantigua
Los Charrúas: guerreros del río Uruguay y memoria de resistencia
Los charrúas fueron un pueblo indígena que habitó las márgenes del río Uruguay, extendiéndose por territorios de la actual Argentina, Uruguay y sur de Brasil. Se sustentaron con la caza de venados y ñandúes, la pesca y la recolección de huevos y frutos silvestres. Sus viviendas eran simples paravientos de esteras, y vestían una pampanilla de cuero o mantos de pieles decorados con motivos geométricos. Los hombres portaban adornos corporales como el tembetá y tarugos nasales, se tatuaban el rostro y lo pintaban antes de la guerra. Usaban arcos, flechas líticas, boleadoras, hondas y lanzas, y solían traer las cabezas de sus enemigos como trofeos. En los rituales de duelo, los hombres se clavaban astillas en los brazos y las mujeres se cortaban una falange. También practicaron una alfarería rudimentaria, decorada con incisiones. El jesuita Cayetano Cattáneo describió a los charrúas como hábiles jinetes, capaces de montar sin silla ni estribos y de maniobrar con gran destreza. Su vida nómada, sin asentamientos fijos, dificultó la labor de los misioneros. Las mujeres cargaban con los bienes y los hijos en las mudanzas, mientras los hombres viajaban armados a caballo. Durante el siglo XVIII y XIX, los charrúas resistieron las campañas coloniales y luego participaron en las guerras de independencia, pero fueron perseguidos y casi exterminados en la matanza de Salsipuedes (1831) en Uruguay. Hoy, su memoria se mantiene viva en organizaciones culturales y en comunidades que reivindican su identidad. El término “Uruguay” proviene del guaraní y significa “río de los pájaros pintados”. En el censo uruguayo de 2011, alrededor del 1% de la población se reconoció como descendiente charrúa. Su cultura se vinculó con otros pueblos como los chaná-timbúes, yaros y bohanes. #Charrúas #PueblosOriginarios #MemoriaIndígena #ResistenciaAncestral #HistoriaRioplatense #17Diciembre #IdentidadCultural #mendozantigua
lunes, 15 de diciembre de 2025
1958: El funeral de Pío XII y el escándalo que cambió los protocolos vaticanos
En octubre de 1958, el funeral del Papa Pío XII se convirtió en un episodio trágico y embarazoso para el Vaticano, debido a un embalsamamiento experimental fallido que provocó la rápida descomposición del cuerpo del pontífice. Su médico personal, Riccardo Galeazzi-Lisi, oftalmólogo sin formación forense, aplicó una técnica no convencional: bañó el cuerpo en aceites aromáticos y lo envolvió en celofán, evitando la extracción de órganos como era habitual. Esta decisión respondió al deseo explícito de Pío XII de conservar intacto su cuerpo. El calor otoñal, la ausencia de refrigeración y el método defectuoso aceleraron la putrefacción anaeróbica. En pocas horas, el cadáver se hinchó, adquirió un tono verdoso-negruzco y emitió un hedor insoportable, provocando desmayos entre los guardias suizos, que debieron rotarse cada 15 minutos. Durante la procesión fúnebre desde Castel Gandolfo a Roma, la acumulación de gases internos provocó la ruptura de la cavidad torácica, generando un estallido audible frente a los dolientes. El rostro fue cubierto con una máscara de cera para disimular el deterioro. El escándalo fue noticia mundial y tuvo consecuencias inmediatas: Galeazzi-Lisi fue expulsado del Vaticano, inhabilitado por el Consejo Médico Italiano y despedido por el Papa Juan XXIII. A raíz del incidente, el Vaticano estableció nuevos protocolos estrictos para garantizar prácticas profesionales en futuros funerales papales. Pío XII (Eugenio Pacelli) fue pontífice entre 1939 y 1958, guiando la Iglesia durante la Segunda Guerra Mundial. El embalsamamiento tradicional en el Vaticano incluía la extracción de órganos y refrigeración inmediata. Desde este evento, los funerales papales se realizan bajo supervisión médica especializada y con técnicas estandarizadas. #PíoXII1958 #FuneralVaticano #EmbalsamamientoFallido #HistoriaDelPapado #15Diciembre #ProtocoloVaticano
1980: Mendoza y la crisis maderera que aún resuena (Imagen Ilustrativa)
El 1 de diciembre de 1980, se visibilizó con fuerza la crisis maderera que afectaba a Mendoza y al país en general. El deterioro del patrimonio forestal era evidente, producto de la tala indiscriminada, el avance de desmontes comerciales, la acción de explotadores clandestinos y la retracción de la actividad forestadora. Aunque se dictaron normativas para frenar el daño, su aplicación fue débil. Los planes de fomento forestal impulsados por organismos oficiales no lograron resultados significativos, en parte por la burocracia lenta y la desarticulación de los créditos, que llegaban fuera de tiempo o no se ajustaban a las especies implantadas. La Cámara de Empresarios Madereros y Afines, que agrupaba a más de 1.600 asociados, alertó sobre el cierre de establecimientos, especialmente en la industria del mueble, afectada por la caída del poder adquisitivo y la falta de materia prima. En Mendoza, aserraderos locales denunciaron prácticas irracionales como la tala de álamos menores de ocho años, cuando su madurez biológica se alcanza entre los 10 y 12 años. Esta situación, calificada como suicida por los propios industriales, evidenciaba una crisis estructural que no era nueva, sino arrastrada por décadas. Paradójicamente, Mendoza producía —y aún produce— la mejor madera blanda del país, especialmente álamo estacionado, que se exportaba a la metrópoli para la industria del mueble. Lo que quedaba en la provincia era insuficiente incluso para cajonería y envases frutícolas, generando una demanda muy superior a la oferta. La falta de incentivos, planificación y control impidió el crecimiento del sector, a pesar de su potencial para fortalecer la economía regional. La crisis maderera de 1980 fue un llamado de atención que aún interpela a Mendoza. El álamo es una de las especies más cultivadas en Mendoza por su rápido crecimiento y versatilidad. La silvicultura mendocina enfrenta desafíos climáticos, edáficos y de gestión que requieren políticas sostenidas. En 1980, Argentina importaba madera para suplir la caída de producción local, especialmente en zonas urbanas. #CrisisMaderera1980 #MendozaForestal #ÁlamoMendocino #IndustriaDelMueble #SilviculturaEnRiesgo #1Diciembre #EconomíaRegional #mendozantigua
Armagnac S.E.2010: el gigante francés que soñó con cruzar el Atlántico
El SNCASE S.E.2010 Armagnac, avión francés de gran porte, realizó su primer vuelo el 2 de abril de 1949. Fue concebido como una aeronave presurizada, espaciosa y flexible, con capacidad para transportar pasajeros en cabinas de descanso de tres niveles, además de ofrecer amplio espacio para carga y equipaje. Con 39,6 metros de longitud, 48,95 de envergadura y un peso máximo de despegue de 77.500 kg, prometía comodidad incluso para los viajeros más altos. Su diseño apuntaba a cubrir la ruta transatlántica, pero su alcance limitado lo dejó fuera de competencia. Tras evaluar el prototipo, Air France rechazó su incorporación en 1952, alegando bajo rendimiento. La aerolínea Transports Aériens Intercontinentaux lo utilizó brevemente, pero lo descartó por su ineficiencia en rutas cortas. El Armagnac encontró utilidad como transporte de carga y tropas, especialmente entre Toulouse y Saigón, donde fue valorado por su capacidad. A pesar de estar equipado con cuatro motores Pratt & Whitney Wasp Majors, los más potentes de pistón fabricados en serie, su desempeño seguía siendo insuficiente. Aunque solo se construyeron nueve unidades, su diseño adelantado presagió la evolución de los aviones comerciales de gran tamaño. El Armagnac quedó en la historia como un hermoso intento fallido, símbolo de una época de ambición tecnológica y estética aeronáutica. SNCASE (Société Nationale de Constructions Aéronautiques du Sud-Est) fue una empresa estatal francesa que luego se integró en Sud Aviation, precursora de Aérospatiale y Airbus. El Armagnac fue exhibido en Le Bourget y otras ferias aéreas como ejemplo de innovación postbélica. Su diseño interior inspiró configuraciones posteriores en aviones como el Boeing 747 y el Lockheed L-1011 TriStar. #Armagnac1949 #GiganteFrancés #HistoriaAeronáutica #AviónOlvidado #AirFrance #15Diciembre #DiseñoVisionario #mendozantigua
Los Cainguás, de raíz guaraní, fueron una nación poderosa asentada en el Alto Paraná y dispersa entre Paraguay, Brasil y Argentina. (Imagen Ilustrativa)
En Misiones, sus núcleos principales se establecieron en los montes de San Ignacio, manteniendo un modo de vida aislado, con fuerte apego a sus tradiciones y bajo la autoridad de caciques. Los Cainguás (también llamados Caingwt, Cainguú o Caigaá) constituyeron un pueblo de origen genuinamente guaraní, con gran presencia en el territorio paraguayo y una amplia dispersión en la región del Alto Paraná, rodeando los yerbales y extendiéndose hacia zonas boscosas del interior. En tiempos históricos, fueron considerados una nación poderosa, aunque hoy sobreviven como un universo marginal, replegado en comunidades que se resisten a integrarse plenamente a los Estados modernos. Sus poblados se distribuyen en Paraguay y en los estados brasileños de Río Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná, además de la provincia argentina de Misiones, donde se asentaron tras cruzar el río Paraná desde las reducciones cercanas a Jesús y Trinidad. En Argentina, sus mayores núcleos se localizaron en los montes de San Ignacio, aunque su hábitat se extendió por gran parte de Misiones y el sector oriental paraguayo. Se caracterizaron por vivir aislados en los bosques, practicando cultivos como el arroz y organizándose en grupos familiares o tribus regionales, bajo la conducción de un cacique. Estudios etnográficos de fines del siglo XIX, como los de Juan Bautista Ambrosetti, destacaron su singularidad dentro de la familia guaraní y su resistencia cultural frente a la colonización. Los Cainguás son considerados parte de los Mbya guaraníes, que aún mantienen rituales como el Ayvu Porã, lenguaje sagrado transmitido por sus líderes espirituales. Su aislamiento cultural fue documentado en censos indígenas del siglo XX, donde se los describió como una “nación oculta” que preservaba sus creencias y prácticas tradicionales. Hoy, comunidades mbya-guaraní continúan habitando Misiones, con fuerte vínculo espiritual con la selva y resistencia frente a la deforestación y el avance agrícola. #Cainguás #Guaraníes #Misiones #AltoParaná #PueblosOriginarios #MemoriaIndígena #15Diciembre
1600 - En el sur argentino, los pueblos fueguinos —Onas/Selk’nam, Yaganes/Yámanas y Alacalufes/Kawésqar— habitaron Tierra del Fuego desde tiempos ancestrales hasta bien entrado el siglo XX.
Su cosmovisión incluía a Teméukel, deidad suprema de los onas, y su vida cotidiana fue descrita por exploradores europeos como ruda y marcada por la supervivencia en un entorno extremo. Hacia el año 1600, los llamados fueguinos ocupaban los territorios de la actual Tierra del Fuego. Diversos estudios los engloban bajo el término “Peschera”, que reunía a tres etnias principales: Onas o Selk’nam, cazadores pedestres de las llanuras, cuya espiritualidad reconocía a Teméukel, creador de hombres, animales y plantas. Yaganes o Yámanas, nómadas canoeros expertos en la navegación de los canales australes, recolectores de mariscos y pescadores. Alacalufes o Kawésqar, habitantes de la zona occidental, también vinculados al mar como fuente de alimento y transporte. El expedicionario francés Dumont d’Urville describió a los fueguinos como personas que pasaban gran parte del tiempo recostadas sobre pieles, rodeadas de perros y caballos, y que incluso para recoger mariscos a pocos metros preferían hacerlo montados. Un marino escocés, Low, relató que los patagones llamaban “zapallos” a los fueguinos, aunque se trataba de un error auditivo. En realidad, los patagones los denominaban “sapallios”, en tono despectivo, aludiendo a su baja estatura y a la práctica de vender hijos recién nacidos como esclavos. Los pueblos fueguinos fueron estudiados desde el siglo XIX por misioneros y científicos europeos, quienes destacaron su adaptación extrema al frío austral. La colonización, el alcohol y las enfermedades aceleraron su desaparición, especialmente en el caso de los selk’nam, víctimas de una verdadera cacería humana durante la expansión ganadera de fines del siglo XIX. Hoy se reconocen descendientes yaganes en Ushuaia y Puerto Williams, que mantienen viva parte de su memoria cultural. #Fueguinos #Selknam #Yaganes #Kawesqar #TierraDelFuego #MemoriaIndígena #HistoriaAustral #mendozantigua
1600 - En el sur argentino, los pueblos Yagán y Ona habitaron Tierra del Fuego desde tiempos ancestrales. (Imagen Ilustrativa)
Los yaganes fueron nómadas canoeros y pescadores, mientras que los onas vivieron en las llanuras como cazadores de guanacos. Ambos pueblos sufrieron exterminio por enfermedades, alcohol y colonización. El último ona reconocido, Segundo Arteaga, falleció en 1997. Hacia el año 1600, en la actual provincia de Tierra del Fuego, se distinguían dos grandes grupos originarios: los Yaganes (o Yámanas), que habitaban al sur del Lago Fagnano y se desplazaban en canoas por los canales australes, y los Onas (o Selk’nam), establecidos en las llanuras del norte de la isla. Yaganes: fueron expertos navegantes y recolectores marinos. Su dieta incluía peces, mariscos y mamíferos marinos. Desde hace más de 6.000 años, sus antepasados exploraban los canales del Beagle hasta el Cabo de Hornos. Onas/Selk’nam: vivían como cazadores pedestres, alimentándose principalmente de guanacos, cuyos cueros curtían con los dientes para confeccionar vestimenta. También recolectaban mariscos y, en ocasiones, aprovechaban ballenas varadas para celebraciones como el Hain, ceremonia de iniciación de los jóvenes. Ambos pueblos no fueron guerreros, aunque existieron enfrentamientos menores entre clanes. El proceso de transculturización, sumado al impacto del alcohol y las enfermedades introducidas por los colonizadores, provocó su rápida desaparición. En el siglo XX, las comunidades fueron consideradas “extintas”, aunque hoy se reconoce la existencia de descendientes yaganes en Ushuaia y Puerto Williams, que mantienen viva su memoria cultural. El último ona de linaje puro, Segundo Arteaga, murió en 1997, y años antes había fallecido Virginia Choquintel, símbolo de la resistencia cultural selk’nam. Los yaganes fueron estudiados por misioneros y científicos europeos desde el siglo XIX, destacando su adaptación extrema al frío austral. El pueblo selk’nam fue objeto de una verdadera cacería humana durante la colonización ganadera de fines del siglo XIX, especialmente en la Isla Grande de Tierra del Fuego. #Yaganes #Onas #Selknam #TierraDelFuego #PueblosOriginarios #MemoriaIndígena #15Diciembre #mendozantigua
En el Buenos Aires del siglo XIX, el abastecimiento de leche fue un oficio duro y caro: primero con tambos móviles atendidos por mujeres campesinas, luego con lecheros y hasta niños que recorrían largas distancias para vender el producto. (Imagen Ilustrativa)
En 1823, Norberto Quirno intentó organizar la primera lechería fija, y hacia mediados de siglo la actividad se consolidó, aunque marcada por precariedad, violencia y altos precios. Durante la colonia y el siglo XIX, la ciudad de Buenos Aires dependió de los lecheros que traían diariamente la leche desde chacras situadas entre 2 y 6 leguas de distancia. Sin ferrocarriles ni comercios especializados, el producto era escaso y sorprendentemente caro, pese a que las vacas y caballos se obtenían a bajo costo. En verano funcionaban los tambos móviles, instalados en la zona del “bajo”. Allí, mujeres del campo ordeñaban sus vacas frente a los clientes, tras recorrer largas distancias bajo lluvia o barro. Su aspecto rústico las convirtió en personajes pintorescos de la venta ambulante. En 1823, Norberto Quirno inauguró el primer depósito urbano de leche en la calle Victoria, abastecido desde su chacra en San José de Flores. Aunque fue clausurado por acusaciones de monopolio, un decreto municipal lo rehabilitó, reconociendo su aporte a mejorar la calidad del abasto. Con el tiempo, los tambos fueron reemplazados por lecheros con tarros de metal y carretas tiradas por bueyes. Muchos eran hombres y mujeres locales, rudos y poco higiénicos, distintos de los vascos que más tarde se convirtieron en símbolo del oficio. Incluso hubo “lecheritos”, niños de 8 a 10 años que trabajaban para sostener a sus familias en épocas de guerras y levantamientos. Ya bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas, los lecheros formaban cofradías temibles, reunidas en pulperías de Flores, Morón o Barracas. Tras repartir la leche, se agrupaban en decenas, cantaban y a veces cometían asaltos, lo que les dio fama de violentos. Respecto a la manteca, en la colonia se consumía en forma de mantequilla guardada en vejigas de vaca, casi siempre rancia. La primera manteca bien elaborada en panes de una libra apareció en 1825, producida por la colonia escocesa de los hermanos Robertson en Santa Catalina. La leche se convirtió en un producto de lujo en Buenos Aires, comparable en precio a las metrópolis europeas. Entre 1880 y 1910 comenzó la industrialización del sector lácteo, con tambos mecanizados y fábricas de manteca. El oficio de lechero fue uno de los más característicos de la vida urbana porteña hasta fines del siglo XIX. #BuenosAiresSigloXIX #Lecheros #TambosMóviles #NorbertoQuirno #HistoriaDelAbasto #14Diciembre #MemoriaPorteña #mendozantigua
domingo, 14 de diciembre de 2025
Ambrosio Sandes: el rostro brutal de la “pacificación” que descansa en Mendoza
En el Cementerio de la Ciudad de Mendoza yace Ambrosio Sandes, uno de los militares más temidos del siglo XIX argentino. Nacido en Paysandú en 1815, combatió en las guerras civiles bajo las órdenes de Bartolomé Mitre, quien lo eligió para “pacificar” el interior del país. Su misión: imponer el nuevo orden constitucional frente a los últimos caudillos federales. Como jefe del Regimiento 1º de Caballería, Sandes sembró el terror en San Luis, donde ejecutaba prisioneros con lanza para ahorrar pólvora, a menudo en plazas públicas y frente a la población. Su crueldad fue tal que rechazó un canje humanitario ofrecido por El Chacho Peñaloza, porque ya había asesinado a todos sus cautivos. Pero su figura también despertó asombro por su resistencia física: acumuló 49 heridas de bala, sable, lanza y bayoneta, y según relatos, sus lesiones se cerraban solas en pocos días. Se decía que había recogido sus propias entrañas en el campo de batalla y continuado su marcha. Su cuerpo, cubierto de cicatrices, fue retratado como un mapa de guerra. Sandes intimidaba incluso a sus soldados, arengándolos con frases violentas y cargando sin medir enemigos. Su aspecto —alto, musculoso, de rasgos árabes— y su lanza “como lengua de víbora” lo convertían en una figura temida. El gobernador de San Luis, incapaz de contener el miedo popular, pidió su traslado. Antes de partir, se organizó un homenaje en su honor. Pero en plena noche, un gaucho desconocido lo apuñaló con tal fuerza que la hoja quedó incrustada en su cuerpo. Sandes sobrevivió dos días, pero murió al llegar a Mendoza, en 1863, a los 48 años. Su tumba, discreta y silenciosa, guarda la historia de un hombre que encarnó la violencia extrema en la construcción del Estado argentino. Para algunos, fue un pacificador; para otros, un verdugo sin clemencia. #AmbrosioSandes #HistoriaArgentina #CementerioDeMendoza #GuerrasCiviles #14Diciembre #ViolenciaYEstado #Pacificación
sábado, 13 de diciembre de 2025
Las provincias que declararon la independencia argentina… y hoy son parte de Bolivia. (Imagen Ilustrativa)
El 9 de julio de 1816, durante el Congreso de Tucumán, trece provincias del antiguo Virreinato del Río de la Plata proclamaron la independencia de las Provincias Unidas en Sud América. Sin embargo, tres de ellas —Charcas, Chichas y Mizque— hoy forman parte del territorio de Bolivia, no de Argentina. Estas regiones, entonces bajo jurisdicción del Virreinato del Perú, compartían el ideal emancipador y enviaron sus representantes al Congreso. Charcas, con centro en Chuquisaca (actual Sucre), fue clave en la vida intelectual colonial. Chichas, que incluía a Tarija, tuvo fuerte protagonismo en las guerras de independencia. Mizque, por su parte, era un enclave agrícola estratégico en el Camino de la Plata. Tras la independencia, el mapa político sudamericano comenzó a redefinirse. En el Congreso Nacional Constituyente de 1824–1825, se otorgó libertad a estas provincias para decidir su destino. Finalmente, bajo el liderazgo del mariscal Antonio José de Sucre, optaron por integrarse al nuevo Estado de Bolivia, fundado en 1825. Este episodio revela que la independencia argentina fue un proceso regional y compartido, y que el mapa actual es fruto de decisiones políticas posteriores, no de fronteras originales. El Acta de Independencia fue firmada por representantes de: Buenos Aires, Córdoba, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, Santiago del Estero, Tucumán, Charcas, Chichas y Mizque. Bolivia se constituyó como república independiente el 6 de agosto de 1825, en homenaje a Simón Bolívar. Chuquisaca fue sede de la Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier, una de las más antiguas de América. #CongresoDeTucumán #1816 #IndependenciaSudamericana #Charcas #Chichas #Mizque #BoliviaArgentina #14Diciembre #HistoriaCompartida #AltoPerú #mendozantigua
Del rostro de Carlo Ponzi a las estafas del siglo XXI (1920)
El siciliano Carlo Ponzi se convirtió en sinónimo de fraude financiero al diseñar el célebre sistema piramidal que lleva su nombre. Su esquema prometía ganancias rápidas y seguras, pero terminó arruinando a miles de inversores en Estados Unidos. Desde entonces, el “sistema Ponzi” se replicó en múltiples épocas y geografías, dejando un tendal de víctimas que perdieron sus ahorros por la ilusión de una rentabilidad imposible. En Argentina, ejemplos como Generación Zoe, el Telar de la Abundancia y Rainbow X repitieron la fórmula. A nivel internacional, resonaron casos como el Stanford International Bank, la red rusa MMM y la monumental estafa de Bernard Madoff, considerada la más grande de la historia, con pérdidas superiores a 65.000 millones de dólares. El patrón siempre fue el mismo: promesas de riqueza fácil, captación de nuevos aportantes y un colapso inevitable cuando el sistema ya no pudo sostenerse. Carlo Ponzi llegó a estafar a más de 20.000 personas en Boston, con pérdidas estimadas en 15 millones de dólares de la época. El término “Ponzi scheme” se convirtió en categoría legal y económica para describir cualquier fraude piramidal. En Argentina, la CNV (Comisión Nacional de Valores) y el Banco Central han emitido múltiples advertencias sobre estos esquemas en los últimos años. #CarloPonzi #EstafasPiramidales #GeneraciónZoe #TelarDeLaAbundancia #Madoff #MMM #FraudeFinanciero #HistoriaDelEngaño #ponzi #mendozantigua
viernes, 12 de diciembre de 2025
Un pacto entre fe y poder: el matrimonio cristiano de Chiang Kai-shek y Soong Mei-ling (1927)
En 1927, el líder militar y político Chiang Kai-shek contrajo matrimonio con Soong Mei-ling, joven educada en Estados Unidos y perteneciente a una influyente familia cristiana. La unión fue precedida por un gesto significativo: Chiang aceptó estudiar la Biblia a pedido de la madre de Soong, profundamente devota. Poco después, adoptó el cristianismo, convirtiéndose junto a su esposa en la única pareja presidencial cristiana en la historia de China. La imagen muestra dos retratos nupciales del mismo momento: en uno, la pareja aparece sentada, con gestos serenos y cercanos; en el otro, el novio de pie junto a la novia, rodeados por un fondo exuberante de flores y follaje, que realza la solemnidad del evento. Ella sostiene un ramo voluminoso, lleva un vestido tradicional con velo decorado, mientras él viste un traje oscuro con boutonnière, reflejando la elegancia de la época. Soong Mei-ling, también conocida como Madame Chiang Kai-shek, fue una figura pública destacada: políglota, diplomática y defensora del cristianismo en China. Durante la Segunda Guerra Mundial, se dirigió al Congreso de EE.UU. en una sesión conjunta, cautivando a la opinión pública estadounidense. Su matrimonio con Chiang no solo consolidó una alianza política, sino también una fusión cultural y espiritual que marcó la historia moderna del país. Soong estudió en la Universidad Wesleyan de Macon y luego en Wellesley College, donde se graduó en literatura inglesa. Chiang Kai-shek lideró el Kuomintang y fue presidente de la República de China, primero en Nanjing y luego en Taiwán. La familia Soong fue una de las más influyentes del siglo XX en Asia, con vínculos directos con Sun Yat-sen. #ChiangKaiShek #SoongMeiLing #BodaHistórica #CristianismoEnChina #12Diciembre #HistoriaDeOriente #FeYPoder #mendozantigua
El avión que quiso volar al Polo: historia del Burnelli CBY-3 Loadmaster
En la imagen se observa al Burnelli CBY-3 Loadmaster, un avión de transporte de diseño inusual, con alas altas, tren de aterrizaje de cola y fuselaje metálico con ventanas rectangulares, estacionado en una plataforma junto a hangares y áreas verdes. Su aspecto robusto y simétrico revela la apuesta técnica de Vincent Burnelli, quien lo diseñó en 1944 en Canadá bajo el concepto de “fuselaje sustentador”, donde el cuerpo del avión también generaba elevación. Construido por Canadian Car and Foundry, el CBY-3 fue un prototipo único, derivado del modelo UB-14, pensado para operar en las regiones selváticas del norte canadiense. El proyecto reunió a tres socios: Burnelli, CanCar y el empresario neozelandés Lowell Yerex, de ahí el número “3” en su nombre. Aunque superó las pruebas de vuelo, no logró contratos de producción. Registrado inicialmente como CF-BEL-X, fue vendido en EE.UU. como N17N, y en 1955 Burnelli soñó con usarlo en una expedición al Polo Norte con 20 pasajeros, 41 perros de trineo y equipo especializado, pero el plan nunca se concretó. El Loadmaster operó comercialmente en Canadá, Sudamérica y Venezuela, donde fue reacondicionado con motores Wright R-2600. Su carrera terminó en Baltimore, y desde 1964 se conserva en el New England Air Museum, junto al Aeropuerto Internacional Bradley en Connecticut. En 2020, fue restaurado y trasladado al interior del museo, donde permanece como testimonio de una visión aeronáutica audaz y adelantada a su tiempo. Burnelli fue pionero en promover diseños más seguros y eficientes, aunque sus ideas no fueron adoptadas por la industria dominante. El concepto de fuselaje sustentador sigue siendo estudiado por ingenieros aeroespaciales contemporáneos. El CBY-3 es uno de los pocos aviones históricos que sobrevivió con su estructura original intacta. #BurnelliCBY3 #AviónVisionario #FuselajeElevador #HistoriaAeronáutica #12Diciembre #MuseoAéreo #N17N #VueloAlPolo #mendozantigua
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