Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
etiquetas
- Efemérides (6284)
- Otras Provincias (3986)
- Década de 1920 (2427)
- Década de 1930 (2120)
- Curiosidades Históricas (2110)
- otros paises (2110)
- Década de 1910 (1700)
- Década de 1970 (1535)
- Sociales (1524)
- Década de 1940 (1370)
- Década de 1900 (1345)
- Publicidades (1259)
- Deportes en el Recuerdo (1133)
- Videos (1116)
- Década de 1950 (1062)
- Década de 1960 (799)
- Letra chica (670)
- Década de 1980 (656)
- antes de 1900 (616)
- Moda (554)
- Vendimia (495)
- solo mujer (269)
- graduados (256)
- hechos hist. de Mza (224)
- Década de 1990 (201)
- Pioneros de la Vitivinicultura en Mendoza (180)
- policiales (177)
- Mendoza desde Arriba (108)
- Conociendo Mendoza (106)
- Toponimias (87)
- década del 2000 (49)
- frases (45)
- coloreadas (38)
- el mundo desde arriba (31)
- bienes patrimoniales (24)
- portadas (16)
- Constitución de Mendoza (11)
- Joyas sobre Ruedas (5)
- boletin oficial (5)
- edificios religiosos (3)
- gastronomia (2)
viernes, 26 de mayo de 2017
jueves, 25 de mayo de 2017
miércoles, 24 de mayo de 2017
Efemérides. 24 de mayo de 1863, apareció por primera vez El Mosquito, que se describe como un periódico semanal independiente, satírico, burlesco y de caricaturas
En las más de 1500 ediciones, hasta su último número en 1893, el periódico satirizó la conducta de la clase política local. La publicación ofrece un punto de vista único sobre la formación del Estado-Nación moderno en la Argentina. El periódico, que se publicaba los domingos, constaba de cuatro carillas, y las dos centrales estaban dedicadas exclusivamente a litografías que caricaturizaban sucesos y personajes
martes, 23 de mayo de 2017
El año en que quisieron demoler el Obelisco El monumento que hoy cumple 81 años estuvo a punto de ser derribado poco tiempo después de su inauguración; la polémica dividió a los porteños
En 1939 se le cayeron algunas lajas y el Concejo Deliberante ordenó su demolición. Foto: Archivo
El 23 de mayo de 1936 se inauguró el Obelisco en el amplio espacio generado por el ensanche de la avenida Corrientes y la creación de la Avenida 9 de Julio. Tres años más tarde, el martes 13 de junio de 1939, el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires decidió "la inmediata demolición hasta el nivel del suelo". ¿El motivo? La peligrosa caída de algunas lajas que cubrían su superficie. A partir de la resolución, corrían diez días para que se ejecutase. La noticia provocó gran debate en la opinión pública.
Por un lado estaban los defensores de la obra del arquitecto Alberto Prebisch, que esgrimían motivos prácticos, como el dinero que costaría su demolición y los escombros que se generarían. También se alegaban argumentos de otro tipo: acudían a visitarlo muchos turistas, del resto de la Argentina y de los países vecinos. Asimismo, se había transformado en un símbolo geográfico inconfundible de la ciudad: algunos negocios, en sus anuncios, aclaraban que estaban "frente al Obelisco" o "a metros del Obelisco". En la otra vereda se encontraban quienes lo consideraban un adefesio y un peligro para los transeúntes.
Pero, además, existía un trasfondo político: el intendente Mariano de Vedia y Mitre, a quien le cupo la responsabilidad de ordenar la construcción del monumento e inaugurarlo, no había tenido buena relación con el cuerpo colegiado de la ciudad, cuyos miembros decidieron, aquel martes 13, por 23 votos contra 3 (Molina Carranza, Rouco Oliva y Elena), eliminar al "intruso", como lo llamaban.
El asunto llegó al Congreso de la Nación. El diputado por Santa Fe Pío Pandolfo salió en defensa del ícono ciudadano. Dijo que no se trataba de una obra pública, donde el Concejo tendría decisión, sino de un monumento y, como todos los monumentos, "no puede estar sujeto a los vaivenes de la pasión". Según Pandolfo, era el Estado Nacional quien debía determinar el futuro del Obelisco.
Desde el ministerio de Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires también se solidarizaron con el emblema porteño. El doctor Nereo Giménez Melo alegó que "la erección del Obelisco se llevó a cabo como un monumento recordatorio (así lo establecen las inscripciones que contiene) y un homenaje del pueblo de la Nación entera y como tal sólo pudo realizarse con la aprobación del P.E. Nacional". Como solamente el Congreso podía decretar este tipo de homenajes y no la Municipalidad, el destino del obelisco estaba en manos de la Nación.
Los diez días de plazo entre la ordenanza y su ejecución fueron efervescentes. El diario La Razón, partidario de que no se lo derribara, sostenía que "esa obra ha sido consagrada por la voluntad popular, levantada con 'intención patriótica' e inaugurada por un presidente de la Nación (Agustín P. Justo). Por su parte, el diario socialista La Libertad afirmaba que la construcción había sido ilegal y por la voluntad de Vedia y Mitre. Planteaba, en otras palabras, que había sido un capricho exclusivo del intendente.
Ya en la cuenta regresiva, el Poder Ejecutivo de la Nación reafirmó su autoridad sobre el Obelisco y el intendente Arturo Goyeneche vetó la ordenanza del martes 13 de junio. El monumento se salvó. En 2011, fue incorporado al "Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma" y hoy sigue cumpliendo años en 9 de Julio y Corrientes.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2025389-el-ano-en-que-quisieron-demoler-el-obelisco
Carlos Galigniana Segura, el que cortaba las cintas Gobernó entre 1904 y 1907. Su legado fue importante: dejó desde el monumento del Cristo Redentor hasta la penitenciaría.
Hoy las obras de remodelación de la Plaza San Martín son más que un hecho. Por eso, su rica historia nos traslada a más de cien años atrás y a la figura de un gobernador llamado Carlos Galigniana Segura, quien tuvo la brillante idea de remozar esta plaza y cambiar el viejo nombre de Juan Cobos por el del Libertador José de San Martín.
Obras de arriba
Carlos Galigniana Segura ocupó la gobernación de la provicia desde el 6 de marzo de 1904 hasta el 6 de marzo de 1907. Siete días después de su jura, tuvo el honor de participar en la inauguración de la estatua del Cristo Redentor, el 13 de marzo de 1904. Pero otro evento le dio a Galigniana Segura un mayor prestigio: meses después, inauguró el monumento al General José de San Martín en la plaza que lleva su nombre.
Entusiasmado por San Martín
La actual plaza San Martín se denominaba Cobos en honor al primer español que obtuvo la carta de ciudadanía argentina y quien fue el que introdujo el álamo en Mendoza.
En 1902, el sacerdote e historiador de la vida de San Martín José Pacífico Otero, quien llegó a Mendoza para ese entonces, sugirió que se erigiera un monumento en una de las plaza de la ciudad. Tras varias gestiones de la asociación denominada “Ateneo pro monumento a San Martín”, se obtuvo importantes fondos para llevar a cabo aquel cometido pero por algunas desinteligencias la institución quedó dividida.
Se optó, pues, por seguir los consejos de Otero y ubicarla en la plaza denominada Cobos en donde existía un reloj que fue destruido.
En abril de ese año, el gobierno de Galigniana Segura inició las obras y se lo comisionó al ingeniero Jacinto Anzorena para la construcción del basamento y remodelación de la plaza. Desde la Nación, se enviaron los primeros faroles eléctricos hasta que llegó en tren la pieza fundida, réplica de la que hizo el escultor Luis José Daumas para Buenos Aires, por el artista Garzía.
La obras continuaron su curso y el proyecto debía finalizar para el 25 de mayo, pero por varios inconvenientes relacionado a la logística, la inauguración se postergó para el 5 de junio. Fue así que se formó una comisión pro-fiesta de la Plaza de San Martín para organizar los actos. La inauguración contó con la presencia de autoridades de Chile, nacionales y provinciales.
Otra de las obras que concretó Galigniana Segura fue el Hospital Provincial. Superada la discusión sobre el emplazamiento de la cárcel, además reanudó los trabajos y la penitenciaría quedó inaugurada el 24 de febrero de 1907.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/carlos-galigniana-segura-el-que-cortaba-las-cintas
Mayo mendocino: cuatro valiosos patriotas La noticia del nuevo gobierno llegó en junio de 1810. Las personalidades que aquí, en este rincón de la colonia, apoyaron a la nueva Junta de Gobierno.
Conoceremos a cuatro comprovincianos que lucharon con fervor por la formación de un nuevo orden.
Corvalán, el que trajo la noticia
En la noche del 13 de junio de 1810, un joven oficial de milicia desmontó rápidamente de su caballo para ingresar a la sala del Cabildo mendocino. Se llamaba Manuel Corvalán y llevaba los despachos de la “Junta Gubernativa” que se instaló en Buenos Aires el 25 de mayo de ese mismo año.
La buena nueva estremeció a las autoridades que, inmediatamente, se reunieron en la sala Capitular y resolvieron convocar a los vecinos más representativos de la ciudad para que participaran. En un costado estaba el oficial Corvalán, rodeado de un público eufórico que le preguntaba por los acontecimientos desarrollados en Buenos Aires.
Uno de los cabildantes leyó el acta del cabildo abierto del 25 de mayo, la cual comunicaba que había sido depuesto el virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y que se conformaría una Junta a favor del Rey Fernando VII. Todos celebraron este acontecimiento. Sin embargo, las autoridades que en ese momento gobernaban Cuyo, y algunos vecinos influyentes, se resistieron a reconocer a aquel gobierno pues dudaban de su legitimidad. Fueron días de alta tensión: Manuel Corvalán y otros patriotas debieron ponerse firmes para que se reconociera a la Junta.
Desde ese momento, Manuel Corvalán abrazó la causa americana con toda su pasión. Había nació en 1774 y cuando el General San Martín llegó a Cuyo como gobernador intendente en 1814, fue su gran colaborador. Falleció en la ciudad de Buenos Aires en 1847.
Bernardo Ortiz, un cruel destino
Ortiz fue uno de los tantos que participó activamente de esta convocatoria realizada por el Cabildo mendocino en los primeros días de junio de 1810. La difícil situación que se vivía en esos tiempos tuvo una respuesta favorable al convocarse una nueva asamblea, en la cual se decidió elegir a un diputado para que representara a Mendoza ante la Junta.
El nombramiento recayó en Bernardo Ortiz. El diputado, electo por un número elevado de votos, inspiraba respeto y confianza en su integridad de carácter. Pero Bernardo Ortiz sobrellevaba una delicada enfermedad y cuando se disponía a viajar a Buenos Aires, la muerte lo sorprendió el 16 de setiembre de ese año. Fue uno de los patriotas de la primera hora y su legado dejó imborrables huellas en nuestra historia.
Isidro Sáenz de la Maza, el más fervoroso patriota
Quizás el más apasionado de todos los vecinos que fueron reunidos en el Cabildo para decidir sobre el destino del nuevo gobierno, fue el capitán de milicias Isidro Sáenz de la Maza, padre del recordado diputado por Mendoza en el Congreso de Tucumán, Juan Agustín. Entre tanto, los funcionarios reales permanecían en duda acerca de la aceptación de la Junta (puesto que ellos esperaban información de Córdoba, epicentro colonial al que en aquel entonces pertenecía jurídicamente Cuyo), pero deslizaban su posición contraria a la del gobierno de Buenos Aires. Esta indecisión despertó temor en la oposición de las autoridades reales. De modo que aquel mismo invierno un grupo de vecinos, acaudillados por el comandante de Urbanos, Isidro Sáenz de la Maza, se reunieron en la casa del alcalde de segundo voto.
Más de ochenta comerciantes, hacendados, milicianos y clérigos, invocaron al ‘Fiel, Leal y Valiente Pueblo de Mendoza’. El comandante de armas Faustino Ansay fue depuesto del cargo y le sucedió el capitán de milicias Isidro Sáenz de la Maza.
Luego de los acontecimientos del 26 de junio, el Cabildo pidió la destitución de Ansay y otros funcionarios para apoyar a la Junta de Buenos Aires.
Manuel Molina, diputado por Mendoza
El licenciado Manuel Ignacio Molina nació en Mendoza en 1758. Su historia se resume en distintos cargos en el Cabildo. Lo cierto es que Molina tuvo una participación destacada y hasta fundamental, en los episodios revolucionarios de Mendoza. No dudó un momento en tomar las armas, a pesar de su condición de civil, para defender su tierra de los oficiales españoles que oponían resistencia. Vastas pruebas de heroísmo y de idoneidad profesional permitieron que fuera electo diputado por Mendoza a la Junta Provisional de Buenos Aires. Se sabe que fue un gran amigo y colaborador del general San Martín en aquella gesta de libertad.
Fuente; http://www.losandes.com.ar/article/bicentenario-490591
lunes, 22 de mayo de 2017
Efemérides. 22 de mayo de 1934: El otólogo doctor Juan Manuel Tato realiza en el país la primera Fenestración acústica del laberinto, para el tratamiento quirúrgico de la sordera. A principios de la década del 60 introdujo la estapedectomía , que curaba ciertos tipos de sordera. Instituto de sordomudos. Enseñando a pronunciar, 1925
Efemérides. 22 de Mayo de 1976, es asesinado el Boxeador Argentino, Ringo Bonavena.
El 22 de mayo de ese año fue asesinado por Ross Brymer, un guardaespaldas del famoso burdel Mustang Ranch. Brymer estuvo 15 meses en prisión por asesinar a Bonavena, pena que luego le fue conmutada por la de homicidio involuntario, aunque un testigo del lugar indicó haber presenciado esa noche el asesinato.
El cuerpo de Bonavena fue velado el 29 de mayo en el estadio Luna Park, donde fue despedido por unas 100.000 personas. Luego fue sepultado en el Cementerio de la Chacarita.
domingo, 21 de mayo de 2017
Ruinas del Acueducto Antiguo de El Challao, Lo que queda de esta magnífica obra de más de 200 años
La construcción del acueducto se inició en 1804 y se terminó en 1810.
La obra fue monumental para la época, de 12 km de extensión, y fue posible, “debido al reinado de los borbones, que pertenecían al racionalismo y, por este motivo, eran capaces de impulsar tales trabajos”. Hasta ese entonces, los pobladores de la Mendoza antigua consumían el agua proveniente de las acequias, luego de un proceso de filtrado a través de rocas permeables.
Los restos encontrados en El Challao son una construcción de arcos de medio punto, que se levantaron para sortear los accidentes geograficos. Sobre las arcadas se asentaba un albañal, una especie de cañada rústica construída con ladrillos trabajados con bisel. Los arcos apoyaban sobre fundaciones de piedra.
Según se cree luego del gran terremoto de 1861 gran parte de esta obra quedo inutilizada. Fue el fin de las funciones del acueducto.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)