martes, 27 de diciembre de 2016

🌿 En la Antigua Roma, la menta no solo era valorada por sus propiedades digestivas y refrescantes, sino también por su reputación como afrodisíaco, especialmente en contextos rituales y domésticos


Se creía que la menta estimulaba el deseo sexual, por lo que era utilizada en infusiones, ungüentos y perfumes. En algunas tradiciones, como la judía, se colocaban hojas de menta en la cama de los recién casados para fomentar la pasión. Las hechiceras romanas la incluían en sus elixires amorosos, junto con otras hierbas como ortiga, miel y pimienta. Durante campañas militares, se prohibía su cultivo y consumo, ya que se consideraba que podía distraer a los soldados de sus deberes bélicos. Esta restricción revela cómo la menta era vista como una planta que favorecía el amor por encima del deber. Además de su uso afrodisíaco, la menta era empleada para aliviar problemas digestivos, refrescar el aliento y condimentar platos. Su versatilidad la convirtió en una planta común en hogares romanos, aunque su simbolismo variaba según el contexto. La menta, entonces, no era solo una hierba aromática: en Roma, era una planta cargada de deseo, poder simbólico y controversia.



No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...