'La bodega de la Pinta'

Una vez consumado el descubrimiento de América se iniciaba una nueva carrera, la de llevar la noticia a Europa. Sin Internet, teléfonos, telégrafo ni correo había que llevar la noticia en persona. Cristóbal Colón y Martín Alonso Pinzón ya no se aguantaban, había surgido una insana competencia por spoilear la noticia a los reyes. Luego de robarse unas onzas de oro, violar decenas de aborígenes y llenar las bodegas de las carabelas con vegetales y animales desconocidos iniciaron el regreso. Colón al mando de la Niña y Pinzón al mando de la Pinta partieron de la Isla Española rumbo a casa. En la mitad del viaje una terrible tormenta casi hace naufragar a ambas carabelas y las separó tanto que ya no pudieron volver a reunirse. A decir verdad Pinzón no tenía la más mínima intención de llegar junto a Colón, quería llegar primero para darle la buena nueva a Fernando II e Isabel I. Los vientos confabularon contra Colón y Pinzón llegó primero pero los reyes eran muy protocolares y decidieron esperar a Colón. Para cuando Don Cristóbal arribó a España 3 días después, Pinzón ya había muerto y el genovés se quedó con la primicia. La Pinta a cargo de Miguel Alonso había llegado a Galicia con la bodega cargada hasta la verija. Oro era lo único que conocían y lo único que les importaba. Pero también había cosas desconocidas para los europeos, maíz, tabaco, mandioca, algodón, maní, batata y el ají. También trajeron algunos animales exóticos que llamaron la atención como el papagayo. Sin embargo el cargamento que más efecto causó en Europa fue uno invisible y letal, la sífilis. Al parecer los primeros intercambios entre europeos y americanos fueron las enfermedades. Como de costumbre los americanos salieron perdiendo. Los conquistadores trajeron viruela, tuberculosis, sarampión, difteria, tifoidea, lepra, fiebre amarilla y demás patógenos que acabaron con más aborígenes que las afiladas espadas. la venganza silenciosa fue la sífilis, cuya primera víctima en Europa fue Miguel Alonso Pinzón.