“Chopin: el corazón que volvió a casa”
El 17 de octubre de 1849, en París, se apagó la vida de Frédéric Chopin, uno de los compositores más influyentes del Romanticismo. Nacido como Fryderyk Franciszek Chopin el 1 de marzo de 1810 en Zelazowa Wola (Gran Ducado de Varsovia), fue un niño prodigio que a los 7 años ya componía y a los 8 daba conciertos. Su formación fue intensa y precoz: primero con su hermana Ludwika, luego con maestros como Wojciech Żywny, Józef Elsner y Wilhelm Würfel. Estudió literatura, dibujo y se empapó del folklore campesino polaco, que marcaría su estilo único. A los 20 años se trasladó a Viena, pero el público austríaco lo recibió con frialdad. París fue distinto: allí encontró éxito, amor e inspiración. Su talento era tal que Felix Mendelssohn, tras escucharlo, le dijo: “¿Para qué quiere profesores? Usted toca mejor que ellos”. Chopin revolucionó el piano con obras como Mazurcas, Polonesas, Nocturnos, Preludios y Sonatas, que aún conmueven por su lirismo y profundidad emocional. Su estilo íntimo contrastaba con el virtuosismo explosivo de contemporáneos como Liszt. En 1848, durante un concierto, sufrió un síncope. Su salud se deterioró rápidamente: padecía tuberculosis, enfermedad que lo llevó a la muerte a los 39 años. Fue enterrado en el cementerio Père-Lachaise, mientras una orquesta interpretaba su Marcha Fúnebre (Sonata Op. 35). Por amor a su tierra natal, dejó escrito que su corazón fuera extraído y llevado a la Iglesia de la Santa Cruz de Varsovia, donde hoy descansa, custodiado en una urna de mármol. #ChopinEterno #17Octubre1849 #CorazónRomántico #PianoConAlma #VarsoviaParís #mendozantigua

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