Sala de control para un submarino alemán, 1918.

En 1918, la sala de control de un submarino alemán, como el UB 110, era un espacio compacto pero lleno de tecnología avanzada para la época. La sala de control estaba equipada con varios instrumentos y pantallas que permitían a los operadores monitorear y controlar el submarino. Entre los instrumentos se encontraban: Brújulas y compases: Para la navegación y orientación. Instrumentos de sonar: Para detectar otros barcos y obstáculos bajo el agua. Radares: Aunque rudimentarios, ayudaban a detectar objetos en la superficie. Controles de torpedos: Para lanzar y guiar torpedos hacia los objetivos. Instrumentos de comunicación: Para mantener contacto con otros submarinos y con la base. La sala de control estaba diseñada para ser funcional y eficiente, con todos los controles y pantallas colocados dentro del alcance fácil de los operadores. Los operadores debían trabajar en equipo y mantener una comunicación constante para asegurar el funcionamiento seguro y efectivo del submarino.