Fue un golpe de estado con ribetes absurdos y tragicómicos, Frondizi asumió la presidencia con el Peronismo proscrito y los militares observarían que siguiera así. Para demostrar su poder los militares hicieron mas de veinte planteos durante su presidencia, en uno de ellos le impusieron el ministro de economía, el liberal, Álvaro Alzogaray. Para las elecciones de 1962 Frondizi quería descomprimir la relación con la oposición, los sindicatos presionaban cada vez mas por la situación económica y la situación se tornaba inmanejable, la jugada fue autorizar al Peronismo a participar de la elecciones. El resultado fue catastrófico para él, perdió en 10 provincias incluso Buenos Aires, los militares le exigieron que solucionara la situación, Frondizi intervino las provincias para cambiar los gobernadores sin desconocer las elecciones. Once días después, el 29 de Marzo, los militares le comunicaron que debía dejar el poder, Frondizi les dijo, “No renunciaré, no me suicidaré y no me iré del país”, fue trasladado a la Isla Martín García pero seguía negándose a renunciar a pesar de las amenazas, por lo que se alargaron las tratativas hasta la noche. En una jugada sin precedentes, el presidente del senado, también Radical, José María Guido, por la ley de acefalia, se dirigió al palacio de justicia donde juró como presidente ante la corte suprema de justicia. Cuando al día siguiente los militares se dirigieron a la casa rosada se encontraron con un nuevo presidente, ante el estupor y sin cintura para derrocar un segundo presidente constitucional en 24 hs decidieron presionarlo hasta que, si bien conservaría el cargo de presidente, respondería y obedecería a la junta militar. Le impusieron el gabinete de ministros completo, entre ellos nuevamente Álvaro Alzogaray, Roberto Aleman, Federico Pinedo y Alfredo Martinez de Hoz. Esta situación se prolongó un año hasta que se llamó a elecciones nuevamente con el Peronismo proscrito, esta vez ganaría el Radical Arturo Humberto Illia.
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