Pepe Parada, Stella Maris Lanzani, Calabró, Tato, Monzón, el Negro Olmedo, Pepe Fechoría, Susana Giménez, Cacho Steinberg. El restaurante Fechoría es un ícono de la noche porteña de Buenos Aires, Argentina, cuya historia está impregnada de glamour, bohemia y un elenco estelar de personajes que lo convirtieron en un lugar mítico durante las décadas de los 70, 80 y parte de los 90. Su fundador, José Alberto Rodríguez, más conocido como Pepe Fechoría, fue el alma del establecimiento y quien lo transformó en un punto de encuentro para artistas, políticos, deportistas y figuras internacionales. Pepe Fechoría nació el 20 de marzo de 1931 en Arnoya, Orense, Galicia, España. En 1949, a los 18 años, emigró a Argentina buscando mejores horizontes, como tantos otros inmigrantes de la época. Llegó con poco más que su ingenio y disposición al trabajo. En Buenos Aires, desempeñó diversos oficios: fue peluquero, mecánico y lavaplatos, hasta que en 1959 encontró su camino en la gastronomía. Comenzó como ayudante de cocina en un restaurante llamado Il Vero Fechoría, ubicado en la Avenida Córdoba 3921, casi esquina Acuña de Figueroa, en el barrio de Almagro. Con el tiempo, su carisma y visión lo llevaron a convertirse en la cara visible y, eventualmente, en el propietario del lugar. Aunque algunos relatos sugieren que era parte de una sociedad más amplia formada por ex empleados del Bar Güemes, para el público, Pepe era el dueño indiscutido. El nombre "Fechoría" tiene un aire juguetón, casi como un guiño a las travesuras y excesos que ocurrirían entre sus paredes. Pepe, un gallego locuaz y hospitalario, le dio al restaurante una identidad única: un bodegón sencillo pero acogedor que ofrecía comida casera de calidad a precios accesibles, con un horario extendido que lo hacía ideal para los trasnochadores. A mediados de los 70, Fechoría empezó a destacarse como un lugar especial. Su ubicación cerca de teatros y su cocina abierta hasta la madrugada lo convirtieron en el refugio perfecto para artistas que salían de sus funciones. Pronto, nombres como Alberto Olmedo, Gerardo Sofovich, Susana Giménez, Moria Casán, Jorge Porcel y otros gigantes del espectáculo argentino comenzaron a frecuentarlo. La mesa de Sofovich, en particular, era sagrada: nadie podía ocuparla, incluso si él no aparecía esa noche. Olmedo, una de las figuras más queridas, celebró cumpleaños allí y hasta mencionaba el restaurante en sus sketches televisivos. El menú no era sofisticado, pero sí memorable. Platos como los "ñoquis al gauchito" (una especialidad de la casa), ravioles, asado y fiambres cortados a cuchillo conquistaban a los comensales. El postre "Fernandito" también se volvió un clásico. La comida era acompañada por vino en jarra y largas charlas que se extendían hasta el amanecer. Pepe recorría las mesas, charlando con los clientes como si fueran amigos de toda la vida, lo que generaba un ambiente hogareño en medio del caos nocturno porteño. Fechoría no solo atraía a la farándula local. Figuras internacionales como Luis Miguel (junto a su padre Luisito Rey), Tony Bennett, Charles Aznavour, Ginger Rogers y hasta los Reyes de España pasaron por sus mesas. Políticos como Carlos Menem y Raúl Alfonsín también se dejaban ver, consolidando su fama como un cruce de caminos entre el poder y el espectáculo. El restaurante era un hervidero de historias. Por ejemplo, se dice que Jorge Porcel, durante una despedida de soltero de Pepe, rompió su dieta para devorar bandeja y media de ravioles. Otra noche, Darío Vittori llegó tan tarde que, con la cocina cerrada, terminó cocinando junto a Pepe. Una leyenda urbana cuenta que Olmedo, tras una larga noche de champagne, salió tan ebrio que un camión de basura lo llevó a casa colgando del estribo. El periodista Horacio Pagani, habitué del lugar, recordaba cómo llegaba tras el cierre del diario Clarín. Incluso tenía un plato en su honor: el "matambrito al verdeo al gusto de Horacio Pagani". La mesa de Sofovich, al fondo con vista al salón, era el epicentro de una comitiva fiel que incluía a Rolo Puente, su inseparable compañero. A principios de los 90, la magia de Fechoría comenzó a desvanecerse. La farándula porteña cambió, la economía argentina entró en crisis y el local de Avenida Córdoba cerró en 1996. Pepe intentó replicar el éxito en Puerto Madero, cediendo su nombre a un nuevo restaurante, pero no logró el mismo impacto. Retirado, regresó a su Galicia natal, donde falleció el 22 de abril de 2016, a los 85 años, llevándose consigo un pedazo de la bohemia porteña. La marca Fechoría, sin embargo, se negó a desaparecer. En 2018, el empresario Daniel Lalín, ex presidente de Racing, compró los derechos hasta 2026 y reabrió el restaurante en Avenida Santa Fe 1726, en Recoleta, donde antes estaba La Madeleine. Lalín, que había conocido a Pepe en Puerto Madero, quería revivir el espíritu del original, pero la crisis gastronómica lo obligó a cerrar en menos de un año, en mayo de 2019. En 2021, en plena pandemia, Fechoría resurgió nuevamente, esta vez en la Recova de Posadas 1053, Retiro, ocupando el espacio del clausurado Sorrento. Con un menú renovado que mezcla cocina mediterránea, india y mariscos (como ostras y centollas), y conservando clásicos como los ñoquis al gauchito, el lugar busca evocar la nostalgia del pasado. Un mural con figuras como Olmedo, Sofovich, Maradona y el propio Pepe adorna sus paredes, como un homenaje a su historia. Fechoría es más que un restaurante: es un símbolo de una Buenos Aires que no dormía, donde las estrellas se mezclaban con el pueblo en un ambiente de camaradería y excesos. Aunque el original ya no exista, su legado persiste en cada intento por traerlo de vuelta, recordándonos una época en la que la noche porteña brillaba con luz propia.
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
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lunes, 3 de marzo de 2025
Fechoría, En los años 70s y 80s fue el restaurante de los famosos. Avenida Córdoba 3921. Buenos Aires
Pepe Parada, Stella Maris Lanzani, Calabró, Tato, Monzón, el Negro Olmedo, Pepe Fechoría, Susana Giménez, Cacho Steinberg. El restaurante Fechoría es un ícono de la noche porteña de Buenos Aires, Argentina, cuya historia está impregnada de glamour, bohemia y un elenco estelar de personajes que lo convirtieron en un lugar mítico durante las décadas de los 70, 80 y parte de los 90. Su fundador, José Alberto Rodríguez, más conocido como Pepe Fechoría, fue el alma del establecimiento y quien lo transformó en un punto de encuentro para artistas, políticos, deportistas y figuras internacionales. Pepe Fechoría nació el 20 de marzo de 1931 en Arnoya, Orense, Galicia, España. En 1949, a los 18 años, emigró a Argentina buscando mejores horizontes, como tantos otros inmigrantes de la época. Llegó con poco más que su ingenio y disposición al trabajo. En Buenos Aires, desempeñó diversos oficios: fue peluquero, mecánico y lavaplatos, hasta que en 1959 encontró su camino en la gastronomía. Comenzó como ayudante de cocina en un restaurante llamado Il Vero Fechoría, ubicado en la Avenida Córdoba 3921, casi esquina Acuña de Figueroa, en el barrio de Almagro. Con el tiempo, su carisma y visión lo llevaron a convertirse en la cara visible y, eventualmente, en el propietario del lugar. Aunque algunos relatos sugieren que era parte de una sociedad más amplia formada por ex empleados del Bar Güemes, para el público, Pepe era el dueño indiscutido. El nombre "Fechoría" tiene un aire juguetón, casi como un guiño a las travesuras y excesos que ocurrirían entre sus paredes. Pepe, un gallego locuaz y hospitalario, le dio al restaurante una identidad única: un bodegón sencillo pero acogedor que ofrecía comida casera de calidad a precios accesibles, con un horario extendido que lo hacía ideal para los trasnochadores. A mediados de los 70, Fechoría empezó a destacarse como un lugar especial. Su ubicación cerca de teatros y su cocina abierta hasta la madrugada lo convirtieron en el refugio perfecto para artistas que salían de sus funciones. Pronto, nombres como Alberto Olmedo, Gerardo Sofovich, Susana Giménez, Moria Casán, Jorge Porcel y otros gigantes del espectáculo argentino comenzaron a frecuentarlo. La mesa de Sofovich, en particular, era sagrada: nadie podía ocuparla, incluso si él no aparecía esa noche. Olmedo, una de las figuras más queridas, celebró cumpleaños allí y hasta mencionaba el restaurante en sus sketches televisivos. El menú no era sofisticado, pero sí memorable. Platos como los "ñoquis al gauchito" (una especialidad de la casa), ravioles, asado y fiambres cortados a cuchillo conquistaban a los comensales. El postre "Fernandito" también se volvió un clásico. La comida era acompañada por vino en jarra y largas charlas que se extendían hasta el amanecer. Pepe recorría las mesas, charlando con los clientes como si fueran amigos de toda la vida, lo que generaba un ambiente hogareño en medio del caos nocturno porteño. Fechoría no solo atraía a la farándula local. Figuras internacionales como Luis Miguel (junto a su padre Luisito Rey), Tony Bennett, Charles Aznavour, Ginger Rogers y hasta los Reyes de España pasaron por sus mesas. Políticos como Carlos Menem y Raúl Alfonsín también se dejaban ver, consolidando su fama como un cruce de caminos entre el poder y el espectáculo. El restaurante era un hervidero de historias. Por ejemplo, se dice que Jorge Porcel, durante una despedida de soltero de Pepe, rompió su dieta para devorar bandeja y media de ravioles. Otra noche, Darío Vittori llegó tan tarde que, con la cocina cerrada, terminó cocinando junto a Pepe. Una leyenda urbana cuenta que Olmedo, tras una larga noche de champagne, salió tan ebrio que un camión de basura lo llevó a casa colgando del estribo. El periodista Horacio Pagani, habitué del lugar, recordaba cómo llegaba tras el cierre del diario Clarín. Incluso tenía un plato en su honor: el "matambrito al verdeo al gusto de Horacio Pagani". La mesa de Sofovich, al fondo con vista al salón, era el epicentro de una comitiva fiel que incluía a Rolo Puente, su inseparable compañero. A principios de los 90, la magia de Fechoría comenzó a desvanecerse. La farándula porteña cambió, la economía argentina entró en crisis y el local de Avenida Córdoba cerró en 1996. Pepe intentó replicar el éxito en Puerto Madero, cediendo su nombre a un nuevo restaurante, pero no logró el mismo impacto. Retirado, regresó a su Galicia natal, donde falleció el 22 de abril de 2016, a los 85 años, llevándose consigo un pedazo de la bohemia porteña. La marca Fechoría, sin embargo, se negó a desaparecer. En 2018, el empresario Daniel Lalín, ex presidente de Racing, compró los derechos hasta 2026 y reabrió el restaurante en Avenida Santa Fe 1726, en Recoleta, donde antes estaba La Madeleine. Lalín, que había conocido a Pepe en Puerto Madero, quería revivir el espíritu del original, pero la crisis gastronómica lo obligó a cerrar en menos de un año, en mayo de 2019. En 2021, en plena pandemia, Fechoría resurgió nuevamente, esta vez en la Recova de Posadas 1053, Retiro, ocupando el espacio del clausurado Sorrento. Con un menú renovado que mezcla cocina mediterránea, india y mariscos (como ostras y centollas), y conservando clásicos como los ñoquis al gauchito, el lugar busca evocar la nostalgia del pasado. Un mural con figuras como Olmedo, Sofovich, Maradona y el propio Pepe adorna sus paredes, como un homenaje a su historia. Fechoría es más que un restaurante: es un símbolo de una Buenos Aires que no dormía, donde las estrellas se mezclaban con el pueblo en un ambiente de camaradería y excesos. Aunque el original ya no exista, su legado persiste en cada intento por traerlo de vuelta, recordándonos una época en la que la noche porteña brillaba con luz propia.
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