El 10 de Noviembre de 1985, en la provincia de Buenos Aires, intensas lluvias, obras hídricas mal planeadas y la imprevisión hicieron que la ciudad turística de Villa Epecuén desapareciera bajo las aguas.(EH)

La ciudad nació en 1821 a orillas del lago del mismo nombre, en el departamento de Adolfo Alsina, Provincia de Buenos Aires, sus aguas termales altamente mineralizadas, similares a las del Mar Muerto, tenían propiedades curativas para las enfermedades reumáticas convirtiéndolo en destino frecuente para la aristocracia bonaerense. La presencia de tres líneas férreas que convergían en la zona, el Sarmiento a Epecuén y el Midland y el Sud a la vecina Carhué, hacía que en las temporadas veraniegas llegaran miles de turistas en busca de descanso y tratamiento. Ubicada en una zona de lagunas de distinto tamaño e irregulares caudales, Epecuén corría serios riesgos de inundación, pero en 1970 llegaría la solución, o por lo menos eso era lo que se creía. El plan era hacer canales aliviadores y reguladores de los niveles de todas las lagunas del oeste de la provincia, encadenándolas se podría evitar que mientras algunas se secaran, otras se desbordaran, concebido como una obra integral no se pensó en que pasaría si no se terminaba, que fue lo que pasó cuando el golpe militar de 1976 paralizó las obras. Un muro o terraplén protegía precariamente a la ciudad, por lo que al regresar la democracia se reflotó el proyecto original, pero las obras se retrasaron y una temporada de lluvias inusual dejó a la ciudad al borde de una catástrofe. La mañana del 10 de Noviembre de 1985, el muro perimetral cedió dejando pasar millones de litros de agua que comenzaron a entrar en la ciudad, la evacuación comenzó de inmediato, en 15 días los 1.500 habitantes habían sido trasladados a la vecina Carhué. La evacuación ordenada y organizada tuvo la recompensa de no haber tenido que lamentar ninguna pérdida de vidas, pero los daños en la ciudad fueron totales, a mediados de 1987 la totalidad de las construcciones quedaron sumergidas, permaneciendo así por casi 2 décadas. El posterior y paulatino retroceso de los niveles de la laguna fueron dejando al descubierto lo que alguna vez fue un centro turístico pujante y ahora eran unas fantasmales ruinas, que curiosamente se convirtieron en el destino de otro tipo de turismo, el fotográfico, ya que las postales que brinda son únicas en el mundo.