El 8 de noviembre de 1939, el carpintero alemán Johann Georg Elser intentó asesinar a Adolf Hitler colocando una bomba en la cervecería Bürgerbräukeller de Múnich, durante el acto anual que conmemoraba el fallido golpe de Estado nazi de 1923. Elser actuó en completa soledad, convencido de que eliminar al dictador podría evitar una nueva guerra mundial. Su atentado estuvo a solo 13 minutos de lograrlo. Elser, obrero de la industria maderera y afiliado al Partido Comunista Alemán, abandonó su trabajo para infiltrarse en una mina y obtener explosivos. Gracias a sus conocimientos de relojería, diseñó una bomba de tiempo que instaló bajo una columna cerca del atril donde Hitler daría su discurso. Durante varias noches previas, se coló en la cervecería para estudiar el lugar y preparar el atentado sin involucrar a terceros ni comprometer a su sindicato. El discurso de Hitler comenzó a las 20:20, pero una tormenta obligó a cambiar sus planes de viaje. A las 21:10, interrumpió abruptamente su intervención para tomar el tren a Berlín. Diez minutos después, la bomba explotó, matando a 8 personas e hiriendo a 63, pero Hitler ya había salido del lugar. Elser fue detenido en la frontera suiza y rápidamente vinculado al atentado. Hitler, convencido de que se trataba de un complot británico, ordenó que no lo ejecutaran de inmediato. Fue enviado al campo de concentración de Dachau, donde fue torturado durante seis años. Finalmente, fue ejecutado el 9 de abril de 1945, apenas 21 días antes de la muerte de Hitler. Hoy, Elser es recordado como un resistente solitario, un hombre que actuó por convicción moral y política, sin apoyo ni conspiración. Su historia ha sido recuperada por historiadores y cineastas como símbolo de coraje individual frente al totalitarismo. #Elser1939 #Bürgerbräukeller #ResistenciaSolitaria #13MinutosDelCambio #MemoriaAntifascista #mendozantigua
No hay comentarios.:
Publicar un comentario