Por iniciativa de Louis Burt Mayer, presidente de la "Metro Goldwyn Meyer" en 1927 se fundó la "Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas", su objetivo era promocionar el naciente arte, mediar en conflictos laborales, dar mayor peso a las productoras frente al estado y negociar contratos con dueños de patentes o derechos. De inmediato concibieron premiar a quienes hacían un buen trabajo en pos de la excelencia, así fue que se organizó la primera ceremonia de entrega de premios para las producciones de 1927 y 1928. Las categorías iniciales distan mucho de las actuales, aunque mejor Actor, mejor actriz y mejor director se mantuvieron inalterables. Esta fue la única ceremonia en que los ganadores fueron anunciados 3 meses antes, al año siguiente y por los siguientes 10 años los resultados se entregaban a los periódicos al comenzar la ceremonia. El galardón fue diseñado por Cedric Gibbons, quién utilizó como modelo al actor mexicano "Emilio Fernández", este posó de pie desnudo con una larga espada entre sus puños y pegada al pecho, el modelo fue creado por la Fundación C.W. Shumway & Sons en Batavia y las estatuillas se realizan en una aleación de estaño y bronce bañadas en oro. El 16 de mayo de 1929 en el Hollywood Roosevelt Hotel de Los Ángeles, se realizó la primera ceremonia conducida por Douglas Fairbanks, presidente de la academia, a la que asistieron 270 personas divididas en 36 mesas, el primer premio otorgado fue el de mejor actor y fue para Emil Jannings. En un principio solo se lo llamaba "El premio de la academia", pero en 1932, Walt Disney (El mayor ganador con 22 estatuillas), en una nota se refiere a él como "El Oscar", en 1934 Bette Davis también lo llamó "Oscar", pero oficialmente el nombre seguía siendo el original. Puertas adentro de la academia se manejaba la versión que la secretaria ejecutiva Margaret Herrick al ver el prototipo de la estatuilla dijo "-Justo la tenían que hacer igual a mi tío Oscar" (Oscar Pierce). Pese a los esfuerzos de la academia por mantener el nombre original, en 1939 cedieron ante la costumbre de los actores y lo llamaron oficialmente "Oscar de la academia". Para dar más Glamour a la elección del nombre se dijo que Louis Meyer había pedido que la estatuilla se pareciera al Rey "Oscar II de Suecia"...
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