El 25 de Julio de 2000 el vuelo 4590 de Air France debía partir rumbo a los EEUU con 100 pasajeros y 9 tripulantes, la aeronave, un Concorde F-BTSC, tenía un intachable historial de 30 años de servicio, por lo que se esperaba un vuelo normal. El avión que despegó antes del Concorde, un McDonnell Douglas DC-10 de Continental Airlines perdió durante el despegue una banda de titanio de unos 3 cm de ancho y 43 cm de largo quedando en el medio de la pista, cuando el Concorde llegó al punto de despegue a gran velocidad, pisó la barra, esto provocó que un neumático reventara, los trozos de caucho destrozaron el sistema hidráulico del tren de aterrizaje y golpearon contra el fondo del tanque de combustible del ala izquierda, esto provocó una rotura iniciando un derrame que entró en ignición de inmediato. Los pilotos no advirtieron el fuego pero los indicadores de cabina les informaron de la pérdida de combustible los obligó a apagar los motores 1 y 2 por lo que perdieron toda la potencia del lado izquierdo, la torre de control les informa que ve el fuego y les da prioridad para regresar y aterrizar. Los pilotos intentan cerrar el tren de aterrizaje pero este no responde agravando la pérdida de velocidad y la incertidumbre sobre la fiabilidad de su funcionamiento, por lo que piden dirigirse a otro aeropuerto, el capitán intentaba dirigirse al Aeropuerto Le Bourget, también de las afueras de Paris. Cuando la pérdida de potencia hacía casi ingobernable el avión se desencadenó un problema mayor, por efecto del calor de las llamas, el ala izquierda se debilitó y colapsó, el Concorde se precipitaba a tierra en la zona de Gonesse, el comandante a cargo de la nave no pudo evitar estrellarse contra el hotel "Les Relais Bleus en La Patte d'Oie" destruyéndolo por completo, el saldo fue 100 pasajeros, 9 tripulantes y 4 huéspedes fallecidos. la investigación determino la culpabilidad de los directivos Europeos de la Continental Airlines, su mecánico "John Taylor" y su jefe de mantenimiento "Stanley Ford" por negligencia, además del director de la división Concorde de Aérospatiale, Henri Perrier y el directivo de la Direction Générale de l'Aviation Civile. Claude Frantzen por ocultar las pruebas que demostraban la poca fiabilidad de los neumáticos del Concorde. El juicio aún no ha terminado, aunque el accidente terminó con el reinado de los aviones supersónicos y tanto la Air France como la British Airways iniciaron el programa de retiro de servicio todos los Concorde de sus flotas, el El 26 de noviembre de 2003 toco tierra el último Concorde y jamás volvieron a volar.
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