El 26 de septiembre de 2002, frente a las costas de Gambia, se hundía el Ferry senegalés "Le Joola", el saldo de 1863 víctimas lo sitúa entre los 20 naufragios mas trágicos de la historia.(EH)

Fabricado en Alemania en 1990, era propiedad del Gobierno senegalés, y cubría la ruta Dakar-Ziguinchor, era muy utilizado ya que para llegar vía terrestre desde la provincia de Casamanza al resto de Senegal hay que pasar por otro país, Gambia. Si bien el Ferry estaba habilitado para transportar un total de 580 personas, se vendían boletos numerados hasta la cantidad de 1040, aunque esa noche, en un manifiesto extraoficial había 1927 personas a bordo, era costumbre que una vez vendidos todos los boletos se dejara seguir subiendo gratuitamente a familias necesetadas. La noche del 26 de septiembre de 2002, mientras navegaba frente a las costas de Gambia se desató una fuerte tormenta, la fuerza de los vientos y el exceso de peso se combinaron para que el barco comenzara a escorarse hasta que dio una vuelta de campana atrapando a casi todos los pasajeros. El desesperado pedido de auxilio no daba datos sobre su posición, la mañana siguiente los primeros pescadores comenzaron a encontrar sobrevivientes e informaron a los guardacostas, el primer barco de rescate de la marina senegalesa llegó al lugar del naufragio 12 horas después. El "Le Joola" se encontraba volcado pero a flote, solo 64 personas fueron rescatadas de las aguas, esto oficializaba que los desaparecidos ascendían a 1863. A las 3 de la tarde del día siguiente el barco se hundió definitivamente sin que se haya podido recuperar ningún cuerpo. Dos días después el activista ambiental Haïdar El Ali se acercó hasta el lugar con su flotilla de submarinos, gracias a su colaboración se recuperaron 550 cuerpos, como murieron muchas familias completas, la mayoría de los cuerpos permanecieron en la morgue judicial de Dakar ya que nadie se acercó a reconocerlos. Las consecuencias de los responsables fueron ínfimas, los responsables de la Armada, operadores del barco y responsables del tardío rescate, fueron reasignados a tareas administrativas, el primer ministro fue obligado a renunciar y los operadores del puerto fueron despedidos, pero nadie fue preso.