jueves, 10 de diciembre de 2020

El 10 de Diciembre de 1981, en la zona de Los Cantones, El Salvador, el ejército iniciaba una serie de asesinatos de familias completas de campesinos dejando un saldo de casi 1.000 muertos en lo que se llamó la "Masacre del mozote".

En el marco de la guerra civil Salvadoreña iniciada en 1979 grupos militares, paramilitares, comandos de derecha y guerrilla de extrema izquierda asolaban al país. Luego de un enfrentamiento el Ejército Salvadoreño, envió al "Batallón Atlacatl" en busca de los insurgentes. Este batallón había sido creado en el marco de la Escuela de las Américas y entrenado en los EEUU. El 10 de Diciembre el batallón llegó a la aldea de Mozote con el objetivo de identificar y capturar a integrantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), única fuerza organizada que se oponía al gobierno militar. El batallón dio la inmediata orden de reunir a todos los habitantes y visitantes ocasionales en la plaza principal, separaron a los niños y las mujeres mientras interrogaban a los hombres. De inmediato comenzaron las ejecuciones sumarias, lejos de doblegarlos y obtener resultados el pueblo se encolumnó detrás de la causa y mantuvo silencio. Nada les aseguraba que delatándolos sobrevivieran a las represalias del FMLN. Cuando en la madrugada llegaron integrantes de inteligencia militar, las ejecuciones se generalizaron, eran reunidos por familias, los adultos eran fusilados y los niños molidos a golpes. En 48 horas acabaron con la población de El Mozote, se trasladaron a las dos aldeas vecinas, La Joya y Los Toriles, donde repitieron los mismos métodos. Los casi 1.000 muertos fueron dejados insepultos y el hecho fue ocultado por el ejército impidiendo el acceso a periodistas extranjeros. Sin embargo un mes y medio después, dos periodistas del New York Times, Raymond Bonner y Susan Meiselas publicaron la historia y revelaron fotos escalofriantes. La casa blanca y el congreso de los EEUU se encolumnaron con sus socios Salvadoreños y negaron el hecho desprestigiando a ambos periodistas. La respuesta fue un abultado préstamo a las fuerzas armadas de El Salvador para su lucha contra las células comunistas. El gobierno salvadoreño siguió negando los hechos hasta que el prestigioso Equipo Argentino de Antropología Forense llegó al lugar en 1992 y desenmascaró la matanza. Pese a la divulgación de los horrorosos resultados, el gobierno indultó a los responsables y recién reconoció el hecho 31 años después, en 2012.


No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...