El 26 de diciembre de 1991, en Moscú, el Soviet Supremo presidido por Anatoli Lukyánov declaraba oficialmente la disolución de la 'Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas'. (EH)

Desde su creación en 1922 fue abandonando el espíritu que movilizó a sus fundadores mutando a un estado nacionalista, aplastante, monstruoso, opresor y represor. Su política exterior tuvo vergonzosas páginas como las invasiones de Checoeslovaquia, Hungría, Korea y Afganistán, además la guarra fría le daba excusas para intervenir en terceros países a los que terminaba sometiendo política y militarmente. Luego de casi 70 años de existencia casi sin cambios estructurales, su matriz industrial y agrícola desgastada hizo que se estancara la economía, su líder Mijaíl Gorbachov miraba con envidia las políticas de apertura a su vecino China y decidió imitarlas. China llevaba mas de 20 años implementando cambios en su política económica que solo abarcaban a una pequeña porción de la industria, sin embargo el premier soviético lanzó la "Perestroika" (reestructuración), que de un plumazo destruyó lo poco que quedaba del entramado económico. La inflación se disparó, la industria se paralizó y los asalariados vieron como sus ingresos se reducían a la mitad, esto pulverizó el ya escaso poder de Gorbachov. Intentando calmar a las repúblicas les otorgó la libertad de elegir autoridades con poder legislativo, esto hizo que los 15 territorios comenzaran a dictar leyes que disminuyeron el poder de Moscú sobre su economía y seguridad. A principios de 1991, Gorbachov intenta un referendum para elaborar un nuevo estatuto que rija los destinos de la URSS, pero Ucrania y Armenia encabezan una rebelión y pregonan por su independencia. Vladímir Kryuchkov, de la "KGB" intenta tomar el poder, pero el presidente de la Federación Rusa, Boris Yeltsin, encabeza masivas marchas populares que no solo impidieron el golpe de estado sino que lo posicionaron como una opción a Gorbachov. Cuando Estonia, Letonia y Lituania convocaron a referendums en pos de su independencia, se percibía que la disolución era inevitable. En el mas absoluto secreto, los presidentes de las 3 repúblicas mas poderosas, Borís Yeltsin de Rusia, Stanislav Shushkiévich de Bielorrusia y Leonid Kravchuk de Ucrania, se reunieron en la reserva natural de de Belavézhskaya Pushcha donde se cambiaba el estatus de "Unión de repúblicas" con un poder central por el de una "Comunidad de Estados Independientes". Cuando Gorbachov se entera, se da cuenta que ya no tenía el poder de revertir los acontecimientos y renuncia a su cargo. Su reemplazante Anatoli Lukyánov solo fue un espectador de los acontecimientos, el 25 de diciembre se oficializó el tratado de Belavezha, al día siguiente el Soviet Supremo firma su último documente que declaraba el final de la URSS. La federación Rusa asumió ser el estado sucesor de la URSS en el derecho internacional y el de respetar todos los tratados firmados. Por su parte Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Estonia, Georgia, Kazajistán, Kirguistán, Letonia, Lituania, Moldavia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán, iniciaron sus procesos de independencia, creación de un nuevo estado, dictado de una constitución y proceso de aceptación en la ONU.