La increíble historia de Antoine de Tounens (1825-1878) es un fascinante episodio de aventura y ambición colonial que tuvo lugar en el lejano sur de América. Nacido en Francia, en la Dordoña, este abogado frustrado llegó a Chile en 1858, impulsado por lecturas épicas como "La Araucana" de Alonso de Ercilla y la ferviente esperanza de emular a conquistadores legendarios como Cortés y Pizarro. A mediados del siglo XIX, la vasta región de la Araucanía (hoy parte de Chile) y la Patagonia (compartida por Chile y Argentina) era un territorio que escapaba al control efectivo de ambos jóvenes estados. Estaba habitado y dominado por tribus indígenas, principalmente los Mapuches (o araucanos), lideradas por caciques de gran poder como Qullapán (Quillapán). Tounens se sumergió en el estudio de la lengua y costumbres mapuches, y a través de largas y apasionadas disertaciones, logró ganarse la confianza del cacique Qullapán, convenciendo a varias tribus de que necesitaban un reino independiente para librarse de la opresión de los gobiernos chileno y argentino. El 17 de noviembre de 1860, a orillas del río Cautín, Tounens se autoproclamó Orélie-Antoine I, Rey de Araucanía. Poco después, extendió su dominio, sumando a la corona la vasta Patagonia (desde el río Negro hasta el Estrecho de Magallanes), un territorio que, según algunas fuentes, equivalía a cinco veces la superficie de Francia. Bajo el nombre de Orélie-Antoine I, Tounens: Estableció una monarquía constitucional hereditaria y redactó una constitución basada en el modelo francés. Diseñó una bandera tricolor (verde, azul y blanca) y un escudo. Incluso logró que un banquero emitiera monedas con su efigie. Sin embargo, su "reinado" fue efímero. Las autoridades chilenas, preocupadas por la seriedad de su aventura y la posible injerencia de potencias extranjeras (como se rumoreaba, por el apoyo de Napoleón III), actuaron con rapidez. En enero de 1862, Tounens fue traicionado, capturado por el Ejército chileno y encarcelado. Aunque se pidió la pena de muerte, fue declarado "alienado" (fuera de sus cabales) y deportado a Francia. Lejos de rendirse, Tounens regresó obstinadamente a América del Sur en repetidas ocasiones (al menos cuatro veces) a lo largo de los años, intentando recuperar su "imperio". Buscó apoyo del poderoso cacique Calfucurá en Argentina, pero la dinámica geopolítica de la región había cambiado: los gobiernos argentino y chileno estaban consolidando activamente su control territorial, especialmente durante la Campaña del Desierto en Argentina. Físicamente y económicamente quebrado, el "rey de la Patagonia" regresó a Francia y murió en 1878. Su lápida, en Périgueux, aún lleva la orgullosa inscripción: "Aquí reposa Toumens Orelie, Antoine 1°, rey de Araucanía y Patagonia." Su historia fue inmortalizada por el escritor francés Jean Raspail en la aclamada novela de 1981, «Moi, Antoine de Tounens, roi de Patagonie». #ReyDeLaPatagonia #OrélieAntoineI #AventuraMapuche #QuimeraColonial #HistoriaOlvidada #mendozantigua
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