lunes, 22 de diciembre de 2025

📌 Ferrocarril Trasandino: la hazaña ferroviaria que desafió la cordillera y la naturaleza


El Ferrocarril Trasandino operó entre Argentina y Chile enfrentando desafíos extremos de ingeniería y clima. Su trazado chileno, más corto pero con pendientes de hasta 8%, obligó a las locomotoras a ganar altura bruscamente, lo que volvió la operación lenta, costosa y técnicamente compleja. En contraste, el lado argentino recorría una ruta más extensa pero con inclinaciones suaves, lo que facilitaba el ascenso. Incluso con locomotoras eléctricas modernas, los trenes no superaban las 150 toneladas entre Río Blanco y Las Cuevas, y no se permitía operar dos máquinas simultáneamente en subida para evitar sobrecargas eléctricas. En los tramos con cremallera, la velocidad máxima era de 15 km/h, y el ingreso debía hacerse a 5 km/h, con maniobras precisas para no dañar el sistema de tracción. El invierno cordillerano imponía condiciones extremas: nieve, aludes, viento blanco y avalanchas. Para mantener la vía despejada, se desplegaron cuadrillas de despeje en alta montaña. En Argentina se usaban cuñas barrenieve, mientras que en Chile se empleaban barrenieves rotatorios a vapor. Se construyeron refugios y estaciones en Río Blanco, Juncal y Caracoles para albergar a los trabajadores, quienes pasaban largas temporadas aislados, sostenidos por un fuerte espíritu de camaradería. Para proteger la vía, se instalaron cobertizos de roble que resistían avalanchas, algunos con habitaciones para el personal. También se construyeron túneles artificiales de madera, latón y hormigón en zonas de acumulación de nieve. En varios puntos, fue necesario rectificar el trazado para evitar zonas peligrosas, como en el cajón de Juncal o cerca de la aduana de Los Libertadores, donde aún se observan túneles y estructuras abandonadas. La maestranza de Los Andes cumplió un rol clave en el mantenimiento de carros y locomotoras. Allí funcionó una planta de “retrochado”, que permitía adaptar carros de trocha angosta a trocha ancha. Hoy, ese espacio alberga el centro de operaciones de la Asociación de Conservación del Patrimonio Ferroviario (ACCPF), que ha restaurado piezas históricas, como una góndola operativa usada en recorridos turísticos entre Los Andes y Río Blanco. Se proyecta la creación de un museo ferroviario en el lugar. #FerrocarrilTrasandino #CordilleraYHierro #IngenieríaExtrema #HistoriaFerroviaria #PatrimonioAndino #MaestranzaLosAndes #mendozantigua 

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