viernes, 18 de diciembre de 2020

'Nos quisieron bicicletear'

El ciclismo esta peleando palmo a palmo un galardón con el atletismo, ser el deporte con mas casos de doping. Cuando al finalizar algún Tour de importancia y se hacen los controles se esperan al menos 5 casos positivos entre los 20 primeros. Si no es así se considera que los controles fallaron o encontraron una nueva droga no tipificada. No es común que en un deporte su mayor héroe sea a la vez su mayor fraude. Este es el caso de Lance Armstrong. Con sus mayores figuras manchadas se esta todo el tiempo observando a sus talentos emergentes. Así fue que los ojos del ciclismo se posaron en la belga Femke Van den Driessche. Esta joven ciclista había ganado casi todos los campeonatos juveniles de Bicicross en los que había competido. En 2015 saltó a la fama al ganar el Campeonato europeo de ciclocross sub-23. En la edición de 2016 disputada en su país, Femke sufre la rotura en el eje de la pedalera. En la parada técnica un oficial de la carrera detecta algo extraño, un cable enredado en la biela. Intima al equipo a quitar el plato y voila!!!, un motor escondido. Femke adujo que la bicicleta no era suya y que desconocía la presencia del motor. Sin embargo se descubrió que era controlado por bloototh desde el manubrio. Analizando videos de la carrera de 2015 se descubre que Femke retiraba los pies de la pedalera en las subidas sin que la bicicleta perdiera tracción. Por ello le fue retirado el título de 2015. Fue sancionada con 6 años de suspensión y una multa económica. A su vez perdió un juicio civil de sus patrocinadores por ensuciar la marca que la apoyaba. Femke nunca apeló la sanción y abandonó el ciclismo. Su caso es considerado el mas flagrante de la nueva modalidad de "Dopaje mecánico".

Fuente: Facebook de Pequeñas Piezas de la Historia

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