El 11 de mayo de 1502, Cristóbal Colón partió desde Cádiz en su cuarto y último viaje a América, acompañado por su hijo Fernando y su hermano Bartolomé. Rehabilitado tras seis semanas de prisión, embarcó con cuatro naves y 140 hombres, buscando oro, especias y un paso hacia las Indias por el Pacífico. Exploró las costas de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, y bautizó el “Cabo Cruz”. Pero la travesía fue un cúmulo de desventuras: huracanes, motines, rechazo en Santo Domingo y conflictos con los pueblos originarios. En Jamaica, aislado y sin víveres, Colón recurrió a un eclipse lunar para convencer a los nativos de que era enviado de los dioses. El truco funcionó: le rogaron que devolviera la Luna y le ofrecieron alimentos. El 18 de septiembre de 1504 emprendió el regreso a España, enfermo y desilusionado. Ya no era el navegante victorioso, sino un hombre abatido por el desgaste físico, las intrigas cortesanas y la agonía de su protectora, la reina Isabel. #Colón1502 #ÚltimoViaje #EclipseYRetorno #Mendozantigua
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