La Belle Époque fue el período dorado de París entre 1871 y 1914, marcado por avances culturales, tecnológicos y sociales que transformaron la ciudad en símbolo de modernidad y sofisticación.

Entre el fin de la guerra franco-prusiana (1871) y el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914), París vivió una etapa de esplendor conocida como la Belle Époque. Fue una era de optimismo, innovación y refinamiento, donde la capital francesa se convirtió en epicentro de la cultura occidental. Durante este período, se consolidaron grandes hitos urbanos como la Torre Eiffel (1889), los letreros art nouveau del metro, y la electrificación de las calles. La ciudad se llenó de cafés literarios, cabarets como Le Chat Noir, y salones donde se reunían artistas, escritores y pensadores. La Belle Époque también fue testigo del auge de la Segunda Revolución Industrial, que trajo avances en transporte, medicina y comunicación. El arte floreció con movimientos como el Impresionismo, el Simbolismo y el Modernismo, y figuras como Claude Monet, Toulouse-Lautrec, Camille Claudel y Sarah Bernhardt marcaron la escena. La moda reflejó el refinamiento de la época: vestidos largos, sombreros ornamentados, guantes y parasoles eran parte del paisaje cotidiano en los boulevards arbolados y parques públicos. La vida social se vivía con elegancia, y el ocio nocturno se convirtió en parte esencial del imaginario parisino. El término “Belle Époque” fue acuñado retrospectivamente tras la guerra, como nostalgia por una era de paz y esplendor. La Exposición Universal de París (1900) fue uno de los eventos más representativos, mostrando al mundo los logros de la civilización moderna. Aunque centrada en París, la Belle Époque también influyó en ciudades como Viena, Buenos Aires y Barcelona. #BelleÉpoque #París1900 #EdadDorada #ArteYModernidad #12Diciembre #HistoriaCultural #LujoYProgreso #mendozantigua