El 5 de octubre de 1975, la organización Montoneros ejecutó su acción más audaz: el asalto al Regimiento de Infantería de Monte 29 en Formosa. Fue el debut del llamado Ejército Montonero y el punto de quiebre que aceleró el golpe militar. En plena presidencia de Isabel Perón, el país ya transitaba una espiral de violencia política, pero esta operación marcó un salto hacia la lucha armada abierta. El operativo incluyó cinco fases simultáneas: el secuestro de un avión comercial, la toma del aeropuerto El Pucú, el ataque al cuartel militar, la fuga en aeronaves y el aterrizaje en una estancia santafesina. El saldo fue brutal: 24 muertos, entre guerrilleros, soldados, policías y civiles. El nombre del policía Argentino Alegre, asesinado en el aeropuerto, se convirtió en símbolo de una tragedia que aún resuena. Montoneros justificó la acción como el inicio de un ejército popular. Pero la violencia real, tangible y cotidiana de los años 70 dejó marcas profundas: razzias, desapariciones, torturas, muertos sin nombre. La Operación Primicia fue más que un golpe armado: fue el anuncio de una Argentina partida, donde las armas reemplazaron el diálogo y la política se volvió campo de batalla. En ese contexto, el peronismo vivía su propia fractura interna, con facciones enfrentadas y una presidenta sin rumbo. La muerte de Perón dejó un vacío que se llenó de dogmas, profetas y delirios. Y en medio de ese caos, la violencia estatal se institucionalizó como política pública. Cincuenta años después, el eco de aquel domingo en Formosa sigue interpelando. ¿Fue una revolución imaginaria o el prólogo de una tragedia nacional? — #Formosa75 #Montoneros #ViolenciaPolítica #DictaduraArgentina #EjércitoPopular #Mendozantigua
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